Mi amigo Jaume Domènech, portero del Valencia

No voy a hablar del jugador, de su rendimiento, de sus críticos, del entorno, sino de alquien al siento muy cercano por muchas cosas

Toni Hernández | 11 FEB. 2022 | 07:00
Jaume Domènech

Voy a hablar de Jaume Domènech, portero del Valencia, pero por encima de todo, mi amigo desde hace muchos años. Muchas veces recuerdo la primera vez que le vi entrenar, venía a hacer una prueba, y desde ese momento todos tuvimos claro que esa personalidad podía con todo y con más. El año que pasamos juntos, en el disfrutamos y sufrimos mucho, generó un vínculo que, una década después, sigue tan fuerte como el primer día. Es de casa, su mujer, sus hijos, igual que mi familia para la suya. Es una relación especial con alguien a quien ves menos de lo que quisieras, pero es como si lo hicieras siempre.

Las últimas semanas han estado llenas de críticas muy duras a Jaume, desde muchos sectores. No voy a entrar en defender nada, porque al final, cada uno tiene su punto de vista y sus gustos. Aunque sí diré que ningún jugador del Valencia, que sea honrado y dé todo lo que tiene, se merece insultos y menosprecios. Se llame Jaume, Thierry Rendall o como quiera que se llame. Pero eso es otro tema, que ya va en la conciencia de cada uno. Desde que tengo uso de razón, he respetado a quien se ha puesto mi camiseta, y jamás he pitado a ninguno. Un tipo raro.

Antes del partido del Athletic andaba nervioso, como todos, pero lo mío, además, era algo personal más allá de lo pasional, que siempre existe. Cuando vi el once titular del Valencia tuve muchas sensaciones, y me las guardo todas para mí (y para mi mujer, que las vio todas). Sólo diré que siempre hay que desear que gane el Valencia, siempre, juegue quien juegue, entrene quien entrene, mande quien mande. Y que Jaume es mi amigo y lo seguirá siendo siempre. Y que ese vestuario es más fuerte cada día por tipos como él. Es fácil de entender sin tener que discutir con nadie.