Las miradas del Valencia puestas en Gayà y Soler

“Qué flojo el partido de Soler y Gayà contra el Cádiz”. Me gustaría que esto fuera una invención de mi cabeza, pero mucho me temo que es una frase tan real como que el Valencia jugará las semifinales de la Copa del Rey. El del miércoles no fue el mejor partido de ninguno de los dos, eso no lo van a negar ni ellos, pero señalarnos, de un modo más o menos directo, cuando encima se está en pleno proceso de renovación de sus contratos, a quien suscribe no le gusta un pelo. Porque estamos a nada de que se empiecen a mezclar las cosas, que se confundan actuaciones poco brillantes con desidia, a que las filtraciones sobre ofertas se tornen pasotismo porque “la cabeza la tienen ya en otro sitio”. No hablo de ninguno y hablo de los dos, porque pase lo que pase con sus contratos, es difícil encontrar en la historia del club a tipos con el nivel de compromiso, y edad, que han mostrado Carlos Soler y José Luis Gayà en tiempos mucho más que convulsos.

Leo sin cesar a gente que quiere que sea la Copa de éste o aquel jugador, y yo, que soy ya viejo, primero quiero que sea la Copa del Valencia, ojalá la novena, y que ellos dos, a los Baraja y Marchena en 2008, sean los que levanten el título. Pero más allá de lo que tenga que venir en el futuro, por muy cercano que pueda estar en el tiempo, lo que me gustaría, y esto ya es un deseo personal por encima de todo, es que no fiscalizáramos cada partido de estos dos jugadores como si fuera en el que se juegan poco menos que la vida, porque no es sano y no es justo.

Si hay dos tipos en la plantilla que quieren que el Valencia gane siempre son ellos dos, porque entienden este club como nadie, porque son parte de él, porque han sido aficionados y lo serán de nuevo el día de mañana cuando cuelguen las botas. Tengo muy claro que sus casos se van a usar como tantas cosas, porque la batalla contra la propiedad está por encima de cualquier lógica o sentido común, pero ellos deberían estar totalmente al margen. Ojalá sean claves para ganarle a la Real este fin de semana, y así los ruidos, se escucharán mucho más bajos de tono.