¿Cuándo piensa hablar el Valencia de forma oficial?

Bordalás puso en evidencia que él no puede estar para todo, y es que pasan demasiadas cosas como para que el técnico sea el único que hable

Toni Hernández | 03 FEB. 2022 | 07:00
Anil Murthy

"Yo no soy el portavoz del Valencia", decía Bordalás el martes. Y es que yo me pregunto a qué espera el Valencia para salir a hablar de manera oficial sobre los mil asuntos que tiene encima de la mesa. Se acumulan, uno tras otros, y eso como si valiera la táctica de la avestruz, y metiendo la cabeza debajo de la tierra se pudiera solucionar todo, o simplemente pasara la tempestad. Diría que igual se valora el mercado cuando acabe, pero algo que no ha pasado desde que no está Mateu Alemany no tiene pinta de suceder ahora con Miguel Ángel Corona, al que ni siquiera han tenido el detalle de presentar a los medios, y muchos no saben ni qué voz tienen.

Y luego viene la otra, que es la figura de Anil Murthy, que si ha de ser quien encarne lo que diga el club es casi peor que no decir nada, porque su peso en el entorno no es bajo, es negativo hasta el extremo, y cualquier cosa que salga por su boca será interpretada por todos de forma totalmente contraria. Vamos, que no nos creemos nadie ni que su nombre sea ese. El problema de comunicación que tiene la entidad, amén de otros muchos que todos tenemos muy claro, es muy grave. El único que tiene empaque para ponerse delante de un micrófono y transmitir serenidad, aplomo y valencianismo es Ricardo Arias, pero no es él quien debe hablar de determinados temas.

Los cuatro indocumentados que osan meterse con él llamándole “empleado de Meriton” son eso, indocumentados que buscan sacar tajada hasta de las leyendas más intocables. El Valencia debe hablar a su gente, les debe decir cómo están las cosas, cómo va a ser el Nuevo Estadio, en qué momento nos encontramos, qué pasa con Peter Lim, cuál es el proyecto deportivo, qué se piensa de todo lo que pasa a nuestro alrededor. El Valencia debe ser el Valencia y no lo que es ahora mismo, porque aparte de darnos a todos mucha vergüenza ajena, que no hay derecho, nos genera ansiedad y sufrimiento totalmente gratuitos.