Disfrutar sufriendo con el Valencia

Imposible tener más problemas y contratiempos en menos tiempo, y ver más corazón buscando a muerte ganar un partido

Toni Hernández | 20 ENE. 2022 | 08:30
Valencia CF

He disfrutado viendo al Valencia ir a muerte a por el partido cuando lo ha tenido todo en contra desde que empezó a rodar el balón contra el Sevilla. Nada más podía salir mal. Maxi se queda fuera porque él quiere, hay un montón de bajas además, te marcas un gol en propia puerta, se lesiona el portero a los 15 minutos… Cualquier equipo normal se hubiera venido abajo en ese momento, sin remisión, pero estos chavales son dementes, con el jefe de la demencia, que es José Bordalás, al que no le tiemble el pulso para poner a Cristhian, con 17 años, a jugar con Rafa Mir, o a Diakhaby de medio centro porque entiende que así le podíamos hacer daño al rival. Veías cómo iban los nuestros, como aviones, como animales, con una fe tan salvaje, que no podías por menos que emocionarte.

Y claro que un equipo como el Sevilla te puede reventar, porque por Dios, son mejores que nosotros, con futbolistas que no entraban en convocatoria que serían titulares con la gorra en nuestro equipo. Eso le daba un punto más de épica al duelo, cuyo resultado iba dejando de tener importancia a medida que pasaban los minutos. No le podemos pedir más a este Valencia, porque se le saca lo que tiene, y no veo a ningún futbolista ahorrarse un solo esfuerzo, quizá porque Bordalás les ha insuflado esa filosofía, la de correr hasta morir en cada encuentro.

Prefiero mil veces lo que vi anoche en Mestalla que otras muchas que hemos vivido este curso y el pasado, con jugadores de dudoso compromiso y con experimentos que estaban condenados a fracasar antes si quiera de ponerse en marcha. Hay una base, unos cimientos, que si los gestores de este club fueran capaces de respaldar con los fichajes que necesitamos, podríamos estar hablando de un gran futuro, aunque fuera en el medio plazo y nos costara seguir sufriendo en el corto. Así de sencillo, que a nadie le quepa la menor duda. Sigamos confiando en ellos, porque demuestran que lo valen.