"Que los Reyes nos traigan un MAGO"

Nuestro amigo Ramón Albors se estrene en este año 2022 con su particular visión sobre lo que necesita el Valencia en este mercado de invierno

Toni Hernández | 09 ENE. 2022 | 09:00
Rubén Baraja

Que la ilusión viene de oriente era hasta hace poco una verdad absoluta, fundamentada en los tres Reyes Magos que cada 6 de enero recibimos con esperanza pequeños y mayores.  Pero para el valencianismo, la ilusión no ha venido precisamente de oriente, más bien la decepción y la desesperanza. Los valencianistas hemos aprendido que los bandoleros no vienen todos de Sierra Morena. Pero hoy, no hablaré ni de bandoleros ni de oriente, el propósito es hablar de futbol.

Después de un par de años navegando por aguas turbulentas, y con un riesgo innegable de sucumbir en el abismo, así vivimos la era Celades y Javi Gracia, por fin hemos vuelto a nuestros orígenes y hemos traído el tipo de entrenador con el que siempre nos fue bien: Di Stefano, Benítez, Marcelino, y ahora Bordalás. Pero sólo con Bordalás no es suficiente. Sabemos que no vamos a pasar apuros, de igual manera que sabemos que no vamos a llegar a ninguna parte. La Champions es inalcanzable para nosotros, y para poder jugar la Europa Ligue deberían alinearse tantos astros, que francamente, no creo que nos alcance. Tenemos una plantilla aguerrida, pero su nivel futbolístico no está a la altura, ni de la entidad, ni de su afición. El valencianismo nunca aceptará un equipo que no aspire a jugar en Europa, y si no ponen remedio a esto, con un estadio para 20.000 espectadores igual hay de sobra.

¿Y cual es la solución? Traer un Ayala, un Baraja y un Albelda nos metería en la lucha por Europa, seguro nos alcanzaba para la Europa League y lucharíamos por entrar en la Champions. Pero bueno, para un equipo que está en la más absoluta ruina económica, como reconoció la directora financiera en la última junta de accionistas, es simplemente imposible. Ya que no podemos traer a tres, que son los que nos hacen falta, traigamos a un Baraja, que es lo que no tenemos. Centrales, mejores o peores tenemos, con Racic y Guillamón nos podemos apañar como medio-centro defensivo, pero nos hace falta un MAGO, un mago que haga jugar al equipo. Todos los entrenadores que he nombrado tenían su mago, Claramunt, Baraja, Silva y Parejo, si Parejo, ese mago que le regalamos al Villareal.

Con un mago el equipo se transformaría, los defensas sabrían a quién dársela para sacar el balón jugado desde atrás, los delanteros recibirían pases con ventaja, el futbol fluiría, el balón empezaría a corres más que los futbolistas, y todo sería diferente. Sin él, pues lo de ahora, patadón del central a Maxi para que la baje de espaldas a la portería, y a buscar segunda jugada. Más primitivo que los Picapiedra. Nos aburrimos nosotros y se aburren los delanteros. Porque Maxi no está dando la talla, está claro, pero es que jugar de 9 en el Valencia es para armarse de paciencia. Tampoco les vamos a pedir que nos traigan a Modric o a Kroos, pero traigan un mago, porque esto es insostenible y desesperante. Aquí en el Valencia haríamos fracasar hasta el mismísimo Benzemá.

Porque amigos, sin MAGO no hay futbol, y si no hay futbol, ¿ para qué vamos a ir a los estadios?.