Las claves del Nuevo Mestalla y el culo al aire
La capacidad es un tema que hay que tratar con calma, pero es obvio que aquí se han quitado muchas caretas de golpe después de años
El Nuevo Mestalla debe quitar muchas caretas en Valencia, y eso supondrá dejar a mucha gente con el culo al aire. Partimos de la base, absurda, de querer ponerse medallas por algo que ha solucionado Javier Tebas y sus millones de CVC. Sin eso estaríamos igual, por muchos que algunos digan ahora mismo con el viento a favor. Se ha intentado reventar el proyecto por matar a Lim a costa de sacrificar al club, buscando otro promotor en el que muchos tenían un especial interés. Y parece que eso ha salido mal también. Mala suerte, supongo.
Repito, lo de la capacidad del estadio no me convence, aunque quiero ver el proyecto global, que al final es lo más importante. Que se tenga un plan comercial para la explotación, que se tengan así mismo todos los avales financieros que pide la Generalitat, que el plan sea serio y esté respaldado, que incluso se pueda empezar a trabajar en septiembre, algo que se ha dicho mil veces que no era posible y que ahora, vaya por Dios, sí lo es, es lo más trascendente de todo.
Más allá de cuántos nos vamos a meter, hay ciertos mantras, alimentados por muchos, que deben ir cayendo por su propio peso. Al campo irán 80 millones de CVC y otros 40 aportados por patrocinadores externos. Y ya hemos invertido unos 150 millones más desde 2006, que el amasijo de hierro no era regalado. Si de verdad ese estadio empieza a ser una fábrica de billetes, como han hecho casi todos los que han cambiado de casa en los últimos años, estaremos más cerca de volver a estar con ellos. Y no tengo claro que a todo el mundo le vaya a venir bien, lo que supone una vergüenza. Pero quedarán eso, con el culo al aire.