El futuro del Nuevo Mestalla, del Valencia y las mentiras y las verdades

A nadie le interesa que el fin no sea el mismo, con lo que las cartas se seguirán jugando de la misma forma, por parte de todos

Toni Hernández | 20 NOV. 2021 | 07:30
Nuevo Mestalla

El futuro del Nuevo Mestalla está muy claro, pero es obvio que la gran partida de póker que se lleva jugando desde hace mucho tiempo, se tiene que seguir dando. Aquí hay muchos actores que están involucrados, y que además cuentan con la inacción y el silencio del club en demasiadas ocasiones, lo que le da a todo el mundo mucho más caldo de cultivo. Hay una serie de cuestiones que son claras, y que más allá de que Meriton se haya pasado por el forro hacer nada en el estadio durante 7 años, igual que no se puede pedir a nadie que prevarique, tampoco se puede saltar la ley a conveniencia porque los gestores puntales de una sociedad sean un problema para la misma.

Sobre la ATE y sus consecuencias hay muchas cosas que decir, pero está claro que unas venden más que otras, y el relato es el relato. Y que el estadio habría muerto, diga lo que diga Peter Lim en boca de Murthy y los medios a los que les filtra (nada en contra, que esto es más viejo que andar, y yo también he recibido filtraciones en otros tiempos), sin el dinero que ha conseguido Javier Tebas a través de CVC. Los plazos legales están para cumplirlos, y todos los actores, sabedores de los mismos, están actuando en consecuencia. Pero igual que esto no tiene discusión, porque no la tiene, tampoco es debatible el hecho de que lo que todos necesitan es terminar el Nuevo Mestalla y poder ponerse medallas.

Porque si llegara el caso de que eso no se diera, si todo se viniera abajo, si el club se viera abonado a la liquidación, Peter Lim seguiría a 12.000 kilómetros de distancia, le importaría poco más o menos lo mismo, y los que tomaran las decisiones seguirán aquí. Esto no lo invento yo, es así, como la vida misma. Se han dicho muchas medias verdades, más que mentiras, aunque son incluso peores. El club es el culpable de todo lo que ha pasado después, por inacción, y por silencio, pero todos los demás, que son muchos, han aprovechado el caldo de cultivo. Y al final, todos en la foto para cortar la cinta, faltaría más.