Que el Valencia desaparezca y que se refunde: estamos locos

Es una tendencia que no entiendo de ninguna de las maneras, porque lo que viniera sería algo que no tendría que ver con lo que somos y hemos sido

Toni Hernández | 18 NOV. 2021 | 08:30
Bandera Valencia

“Que el Valencia desaparezca y refundemos el club partiendo desde cero”. Lo llevo escuchando ya demasiado tiempo, y confieso que cada vez que lo hago, siento un hondo escalofrío. Porque creo que no sabemos exactamente lo que supondría esto, o sí, que también tengo esa otra derivada en la cabeza. Nosotros somos del Valencia Club de Fútbol, por desgracia SAD desde hace unos años, y antes, nuestros padres y abuelos, también fueron del “Fecé”. 102 años, camino de 103, de historia, de vivencias, de experiencias, de sufrir, de disfrutar, de alegrías y de penas, que también son una parte esencial del sentimiento de pertenencia. Si todo eso muere, si desaparece, y se crea algo nuevo, lo que no podemos pretender es que sea lo mismo, que sintamos lo mismo ante algo que acaba de nacer y que no forma parte de nada de lo que hemos visto o vivido.

No, para nada. También me produce dolor de cabeza cuando escucho hablar de descensos para que se vaya Lim, pero si eso tuviera que ser porque no hubiera más remedio, al menos seguiría siendo nuestro Valencia, el de nuestros abuelos, el de nuestros padres, el nuestro. Que el club se vea abocado a la desaparición es un parámetro que no entra en mi cabeza, lo que no significa que no sea algo posible si Peter Lim nos empuja al vacío, que es algo que puede suceder. Pero los valencianistas, nosotros en definitiva, no podemos dejar morir nuestro club, porque forma parte de nuestra vida.

E intuyo en algunos movimientos, y algunas personas, desde hace demasiado, quizá incluso mucho interés en que pase algo así, por ser ellos los que fueran los jefes en el nuevo contexto. Y no es el primer sitio en el que lo veo, dicho por otra parte. No, el Valencia es el Valencia, y es el mismo y el nuestro desde el 18 de marzo de 1919. Si ese muere, si cae y desde luego no seré yo quien lo permita, lo que venga será otra cosa, que se podrá llamar hasta parecido, pero no será el vínculo con mi padre, siendo un crio, y sentándome en su regazo en el sector 8 cuando se estaban haciendo las obras para el Mundial 82.