¿Qué es ser leyenda del Valencia?

¿Quién es leyenda del Valencia y qué requisitos son necesarios para alcanzar este tipo de honor? En las últimas semanas hemos acudido a un debate al que no le veo especialmente sentido, y que sobre todo, está promovido por jóvenes valencianistas, que no pudieron disfrutar de aquel equipo que fue el mejor de la historia entre 1999 y 2004, y que elevan a los altares a jugadores de hoy… que con todo el cariño y respeto del mundo, no habrían sido titulares en aquel grupo de ninguna de las maneras. No es nada despectivo, es la ventaja que tiene el sumar 47 castañas de edad, nada más. Todo ha venido focalizado por Parejo y los coletazos de su paso por Mestalla hace unos días.

çSe le ha comparado con Baraja, Fernando o Mendieta como modelo de capitán. Y eso, de verdad, es que no hay por dónde cogerlo. Con el único sería con el rubio de Lequeitio, que también tenía para darle de comer aparte muchas veces, pero con los dos primeros… Esos dos están a la altura de un grupo selecto de no más de 8-10 jugadores en toda la historia. Y Parejo no es uno de ellos. Y eso no es hablar mal de él, que se tomen la pastilla los guardianes de la moral. Después vino la comparación con Pablo Aimar. Como le comentaba a un periodista joven que va a ser muy bueno, Jorge Ruiz, “estás hablando con un no aimarista, de los que piensa que no dio, ni de lejos, el 100% de lo que podía. Si es por fútbol, no hay color. Si es por carisma, no hay color. Si es por liderazgo, no hay color.

Si es por títulos, no hay nada de nada”. No se sostiene ni por el más parejista que haya en el mundo, y visto lo visto, en esta ciudad hay muchos, que tampoco es algo que me parezca mal. Ser leyenda es muchas cosas, no sólo jugar bien al fútbol, que de eso hemos tenido muchos. Un ejemplo reciente, de alguien que puede haber visto mucha más gente: Carlos Marchena. A nivel futbolista, campeón de todo, con el Valencia y con España. A nivel carisma y brazalete, un tipo que puso siempre al Valencia por delante y que sólo se fue cuando Manolo Llorente lo echó de aquí. Que eso no sólo le ha pasado a Parejo. Es un buen debate, sin duda, pero con los pies en la tierra.