Jason Remeseiro: cuando no te quieren pero al menos te lo dejas todo

Conocí a Jason Remeseiro hace ya unos cuantos años jugando contra mi equipo en Segunda B. Era de los mejores de la categoría,  tanto en el filial del Levante como en el del Villarreal. Cuando se le firmó gratis durante la campaña 18/19, a mí no me parecía una mala elección como tipo de los que te hace larga la plantilla. Su rendimiento en el primer equipo granota no había sido nada malo, y llegaba con la experiencia de casi 60 partidos en la máxima categoría del fútbol español. Que saliera cedido al Getafe nada más llegar fue un tanto raro, ya que la operación la hacía la misma dirección deportiva que lo había traído, pero se entendía que no tenía sitio aquí en ese momento.

En el Coliseum, con Bordalás en el banquillo, jugó mucho menos de lo esperado, apenas 20 partidos, 14 como titular, y la sensación que quedó de esa cesión no fue especialmente buena. El verano pasado, aprovechando las salida masiva de jugadores, Jason encontró un sitio poco menos que forma inesperada. Y ni aún así jugó mucho, apenas 17 partidos, sólo 3 desde el comienzo. Parecía que este verano debía hacer las maletas de todas todas, pero aunque a última hora lo tenía todo hecho para irse, poco menos que en el último minuto dio marcha atrás y se terminó quedando.

Y Bordalás, que le dejó claro que no contaba, ha sido de todos modos lógico. Ante la falta de recursos por las bajas, ha tirado de Jason. Ha jugado ya en 4 partidos, 1 como titular, aunque su rendimiento tampoco ha sido especialmente destacable. Lo normal sería que saliera en enero, por el Valencia y por él, pero está claro que será su voluntad la que acabe primando. Él lo da todo, pero es posible que para un club como este haga falta un poco más.