La venta del Valencia no puede ser un circo (otra vez)

La venta del Valencia no puede volver a ser un circo como hace 7 años. Tengo claro que no hemos aprendido un carajo de aquello, que las heridas siguen abiertas y las venganzas latentes, pero al menos, se trata de no poner en ridículo el nombre del club. Miguel Zorío vuelve a escena, una vez más en estos años, y ya son muchas y muchos años, y el jueves que viene promete contarnos qué oferta le va a hacer a Peter Lim para hacerse con su 85% de acciones. No me gusta la forma, se lo he dicho a él, pero desde luego, quiero escucharle.

Peter Lim quiere más de 200 millones de euros por sus acciones. Quiere, además, la devolución de los préstamos que tiene concedidos al club, otros 54 millones más. Quien venga debe asumir una deuda neta de 350 kilos, y por supuesto, hacerse cargo de la finalización del estadio. Aunque esta última parte, con el dinero que se va a ingresar por CVC, parece que puede ser una partida mucho menos gravosa de lo que venía siendo hasta ahora. ¿Tiene Miguel Zorío, o quien la apoya, la capacidad para poder afrontar toda esta fiesta? Lo pregunto porque no tengo la respuesta.

Lo mejor que le puede pasar al Valencia es que Peter Lim venda sus acciones. En eso no voy a discutir con nadie, porque su tiempo en el Valencia, a nivel social, está más que acabado. Pero igual que digo esto, digo que el que venga debe ser alguien que tenga muy claro dónde se mete, y ha de contar con la capacidad financiera no sólo para comprar a Meriton, sino para desarrollar todo lo que viene después, y que es justo lo que no han hecho los que están ahora. Pero incluso más allá de todo esto, lo único que pido es que esto no sea un show, que ya está bien.