Matar a Mamardashvili en el Valencia, tan estúpido como hacerlo, ya, el mejor del mundo

El portero georgiano tuvo una primera parte para olvidar, con dos errores lamentables, pero todo forma parte de su formación como cancerbero

Toni Hernández | 23 SEPT. 2021 | 07:00
Giorgi Mamardashvili

Giorgi Mamardashvili fue el gran protagonista, negativo, del Sevilla - Valencia, al menos en la primera parte. Dos errores de bulto, especialmente el que dio pie al segundo gol, lo dejaban en una foto muy fea, muy delicada, muy negativa. Las redes se llenaban de calificativos hacia el georgiano, y se pedía la titularidad inmediata de Cillessen con la misma vehemencia que se exigía el traspaso del holandés hace apenas un mes. Este chico tiene 20 años, está aprendiendo, sí, aprendiendo, porque con esa edad, un portero está en plena formación. Igual la idea de que jugara en el Mestalla no era una completa locura, pero todo lo que pasó durante el verano hizo que los acontecimientos se precipitan de forma que cementara el curso siendo titular.

Ha cometido errores, claro que sí, y ha tenido grandes paradas. En 6 partidos hemos tenido de todo, pero es que cuando se hacen estas apuestas, se tiene que ser consciente de que determinadas cosas pueden pasar, porque si un día es un gran cancerbero, serla probablemente pos superar estas situaciones. Me parece igual de malo elevarlo a los ciertos como mandarlo ahora a los infiernos. Van a ser días de mucha presión de cara al encuentro contra el Athletic de Bilbao, con todos aquellos que van a exigir a golpe de autoridad moral que juegue Cillessen.

Sinceramente, sigo siendo de lo que decida Bordalás. Pensaba que el cambio en la portería se iba a dar en la jornada 2 o en la 3, pero pasado eso, también tenía claro, al menos hasta este momento, que era algo que se iba a dar durante más tiempo. Cambiarlo ahora tendría sus implicaciones, no cabe duda, en todos los sentidos. Pero repito, aquí el que manda es el entrenador alicantino del equipo, y a quien ponga el sábado será el mejor que tengamos. Lo digo por los que son tan aficionados a señalar.