La labor de Miguel Ángel Corona en la política deportiva del Valencia

La labor de Miguel Ángel Corona al frente de la dirección deportiva del Valencia va a ser otro asunto del que tengamos que hablar con calma cuando pasen estas 48 horas que quedan de mercado. Se le han dado palos de todos los colores, formas y tamaños desde que entró por la puerta de la mano de César Sánchez. Especialmente cuando el ex portero dimitió y él se quedó. Nadie sabe qué labor ha estado haciendo, o sí, pero es mejor callar y seguir con cierto relato, porque decir cosas que no sean malas, aunque sean verdad, va en contra de muchos intereses creados.

Porque lo importante no es el Valencia, eso lo tengo claro. Corona trabajó mucho y bien el verano de 2020, pero Peter Lim le negó todas las operaciones que tenía cerradas, que eran varias, y en unas condiciones más que buenas. “Debe dimitir por dignidad”, la frase más cobarde y estúpida que puede haber, porque con la dignidad y el salario de los demás siempre es más fácil dar lecciones. Esto, de todos modos, siempre es un win-win. Da igual con qué.

Tenemos dos ejemplos muy claros. Mamardashvili era un fichaje de Corona cuando iba para el filial, pero cuando resulta que pita en el primer equipo, es que lo ofrecieron y alguien, vete a saber quién, le dijo que vale, que a jugar. Y Marcos André, tres cuartos de lo mismo. Cuando lo pide Bordalás es que no lo van a traer. Y cuando lo traen es que no va a meter los goles que todo el mundo espera. Los nombres dan realmente lo mismo, pero al final, el trabajo está ahí. Y en unas condiciones que tampoco son las mejores, porque sigue habiendo un señor que se llama Peter Lim, que es el que da o quita OK´s a todo en función de… en función de cosas que sólo él sabe, esa es también la verdad.