La vida del Valencia sin el fichaje de un mediocentro defensivo

El Valencia ha renunciado al fichaje de un mediocentro defensivo en este mercado de verano. O eso es al menos lo que parece por los movimientos que está haciendo el club en estos últimos días de ventana, y porque al final es poco menos que imposible traer lo que de verdad quería el entrenador. El objetivo era Mauro Arambarri, y el uruguayo del Getafe no va a poder venir ahora por dos cuestiones: no hay plazas de extracomunitarios libres y no se tienen los 18 millones de euros que pide Ángel Torres por su traspaso.

El fichaje de Dimitri Foulquier ha dado más opciones a Bordalás para el equipo. Tiene liberados a Soler y a Wass, a los que puede usar de muchas cosas, y desde luego, pueden responder con creces. Uros Racic se ha convertido en una especie de comodín, y ahora mismo no es titular indiscutible, cuando el año pasado era básico. Y todo ello porque, sin fichar a nadie, se ha sumado un nuevo jugador a esa ecuación, Hugo Guillamón. La aportación del canterano, que por fin pudo estar minutos en el campo, puede ser una alternativa inesperada para poder pasar sin mediocentro defensivo.

Si al final se entiende que es más importante un central en el que confíe Bordalás que un 6 que no es el que se quiere, no hay mucho más que hablar, hay que ir a por él. Y sobre todo, y eso es algo que Javi Gracia se negó a hacer el año pasado, intentar hacer larga tu plantilla poniendo alternativas reales sobre el terreno de juego. Para ello hay que dar confianza, y si los jugadores no son malos, que no lo son, todo tendrá al final su premio. Renunciar ahora para ver cómo están las cosas en enero... pero seguir siendo un equipo altamente competitivo.