Alivio y vergüenza por el Valencia

En diciembre y enero tuvimos miedo, muy serio, porque vimos las orejas al lobo muy cerca, pero salvarse no puede significar ni media sonrisa

Toni Hernández | 10 MAY. 2021 | 07:30
El Valencia celebra un gol

El Valencia 21/22 es alivio mezclado con vergüenza. El miedo a vivir “otro 86” mezclado con la impotencia de ver a mi equipo muy lejos de donde lo queremos siempre. Si de este año sacamos la unión real y duradera del valencianismo, esta mierda de temporada, dentro de un tiempo, será histórica. Ha sido el año que peor lo he pasado como valencianista, y tengo muy claro que ahora viene un largo tiempo de tomarme las cosas de otro modo, dando mucha más distancia a todo lo que ocurre.

Recuerdo una conversación con un buen amigo en noviembre o diciembre: "lo que sea salvarnos, es un buen año". Y con eso he vivido, como todos, muchos meses. Demasiada agonía, demasiado resoplidos en cada partido, impotencia, sopor, nervios como si te jugaras la final de la Champions cada jornada. Y ahora que todo ha terminado, siento cualquier cosa menos alegría. Ese alivio del que sabe que se ha librado de algo muy duro, muy grave, muy delicado. Creo que es el sentimiento de todos.

Siento vergüenza por el año que hemos hecho, porque al final somos el Valencia y somos el que hace 13 en la jornada 35 con menos de 40 puntos de 105 disputados. Eso es una vergüenza, no tiene otro nombre. Las causas de todo es otro análisis, otro debate, mucho más profundo, que tendremos tiempo, aunque a mí me da mucha fatiga, porque preferiría ver soluciones más allá de repasar lo que se ha hecho mal este año. Que básicamente es todo, no le demos muchas más vueltas.