Que el Valencia acabe el Nuevo Mestalla: lo demás no tiene importancia

Lo que quiero es que el Valencia, EL VALENCIA, acabe el Nuevo Mestalla. Nada más. Y está claro, nada menos. Meriton, Peter Lim, es un tema coyuntural, es decir, está de paso y llegará un día que se irá. Cómo estemos en ese momento es un misterio a día de hoy, y por eso, lo que haga el Valencia, EL VALENCIA, es lo que nos debe importar a todos. Lo vivido la semana pasada a cuenta del anteproyecto que presentó el club sobre la ATE, el futuro estadio y el pabellón de Benicalap, es una buena muestra de la guerra abierta que existe.

No hay bandos, como en los viejos tiempos, hay intereses, lo que me resulta bastante peor, más oscuro y más complicado de analizar. Porque si no fuera porque es imposible, debería ser imposible, se palpaba el deseo de que el Valencia se diera un soberano guarrazo con el Nuevo Mestalla. Y eso no es malo para Meriton, o no sólo, sino para la institución. Distinguir una cosa de otra se hace muy bien de boquilla, pero como le exigimos a Peter Lim, esto va de hechos, no de palabras.

Si mañana viene un inversor, de verdad, si tiene un panorama en rojo oscuro para poder terminar el campo, lo normal es que eso le ahuyente de comprar las acciones de Meriton. Si mañana Lim nos devolviera el club, los valencianistas deberíamos contar con resortes para poderlo sacar adelante. Nadie pide que las instituciones prevariquen, que nos estamos volviendo locos, sino que seamos consecuentes con la situación que tenemos, a la que nos han llevado muchos, no sólo Lim. El estadio hay que acabarlo, por el bien del Valencia, de nadie más.