El Valencia salva un punto a pesar de los horrores en defensa y la falta de respeto de Maxi

El Valencia - Real Sociedad era la gran oportunidad del equipo de Javi Gracia para cerrar el año por abajo… de una vez. Con el mismo once base que las últimas semanas, quitando a Cheryshev por Blanco, y la vuelta de Maxi por Gameiro, los de Mestalla buscaban hacerlo ante el reciente campeón de Copa plagado de bajas. Los primeros minutos fueron de tanteo, sin que hubiera un dueño claro del partido. Pasado el primer cuarto de hora, los de casa empezaban a mandar y a llegar. En el 19 Maxi estaba a punto de hacer el 1-0, pero su vaselina se iba fuera. En el 26, un buen ataque por la izquierda terminaba en un centro de Cheryshev que remataba fuera Wass.

Y en el 27, llegaba el penalti a favor del Valencia por una de esas manos que se tienen que pitar ahora siempre… pero que no pueden ser pena máxima si no hay intención. Pero Carlos Soler, que engañaba al portero, lo mandaba fuera. Y en la primera clara que tuvo la Real, un disparo casi perfecto de Guevara, terminaba en el 0-1. No era justo del todo, pero era el marcador en el minuto 33. El juego del equipo se cayó, y de nuevo una adversidad le complicaba la vida más de la cuenta. Y la cosa se ponía aún peor porque la Real hacía el 0-2 antes del descanso tras un fallo tremendo de Gabriel Paulista. A los vestuarios nos íbamos con la sensación de que el partido estaba acabado…

La segunda mitad empezaba con cambios… en la Real, porque Gracia debía verlo todo bien. Y el arranque fue aún peor que el final, con un equipo sin ideas y con mucho miedo a que le siguieran haciendo daño. De hecho, lo que parecía estar más cerca era el 0-3 más que el 1-2. Y en el 58, llegaba el segundo penalti a favor del Valencia por una clara clara falta a Gabriel Paulista. Esta vez lo lanzaba Daniel Wass, y lograba acortar distancias a falta de media hora. En el 62, Gracia movía el banquillo, saliendo Racic y Cheryshev por Gameiro y Yunus. Abría el campo el Valencia y buscaba ser más directo.

El equipo buscaba el empate más con el corazón que con la cabeza, y eso generaba un partido muy raro. Y una jugada aislada, un córner que conseguía sacar Guedes con fe, era sacado en corto, el mismo Guedes ponía un centro sensacional, y Paulista marcaba el 2-2 con un cabezazo espléndido. Faltaban 17 minutos y se había conseguido empatar el duelo. Y cuando se había hecho lo más difícil, Maxi decidía expulsarse a falta de 11 minutos. En el 85, Lato entraba por Guedes, en lo que podríamos denominar un cambio muy extraño. Se buscaba amarrar el punto, porque con uno menos no daba para más. En el 94, Oliva entraba por Wass para perder un poco más de tiempo. No dio para más, se salvó un punto, pero un partido muy duro de ver, por todo.