El rumbo que debe tomar el Valencia
La temporada está terminada, somos carne de tierra nadie, y ahora sólo se puede pensar en tomar y ejecutar deciciones vitales
La temporada del Valencia es mediocre, se va a hacer larga y la sensación que nos va a quedar, quitando el susto del descenso, es que todo ha podido ser mucho peor, aunque no ha sido para nada bueno. La derrota en Cádiz, más allá de otras cuestiones que rodearon al partido, viene a resumir de algún modo el año: se intenta, se puede, hasta se quiere, pero tienes errores que te penalizan de un modo inadmisible y te condenan a lo que somos ahora mismo, la mediocridad. El banquillo es un asunto que el club debe tratar, porque Javi Gracia quiere seguir, el entorno cada día lo tiene más atragantado, y la verdad es que, en algunas ocasiones, hay decisiones suyas que cuestan de entender. El once inicial que saca en el Carranza es lógico, y más después del partido del Granada, pero cuando hay que cambiar el rumbo, es como si se le apagara la luz.
Hay que dejar claro qué pasa con él, porque debe ser la piedra angular, el entrenador que sea, del Valencia que viene. Se debe dejar muy claro qué jugadores se quieren para el proyecto que debe venir, y cuáles son los que se pueden vender. Y lo que se debe fichar, que debe ir en consonancia con el objetivo que se marque la entidad de cara a la campaña que viene. Repito, estamos instalados en la mediocridad, y ahí, este club, con las necesidades de todo tipo que tiene, no puede estar de ninguna de las maneras. ¿Debe ser Corona? Pues que sea él, con todas las consecuencias y el apoyo total por parte de todos. Pero que sea alguien con un rumbo.
Intuyo una semana, otra más, en la que la marejada va a ser fuerte, porque además se van a mezclar muchas cosas, otra de las especialidades de la casa. Pero todo el ruido que se genere, por mucho que sea, no puede impedir que tengamos claro cuál es el camino y lo que debe hacer un club de fútbol, por muy en desacuerdo que estemos con todo lo que se haga en él. Es hora de tomar decisiones, de ejecutarlas, de llevarlas a cabo. De pensar en algo más que no seas guerras bastardas y escurrir bultos como si fuéramos críos. Que somos uno de los clubes más grandes de Europa, por el amor de Dios.