El Valencia cometió errores imperdonables, pero todo tiene un límite

Parejo y Marcelino son historia grande del club, eso no lo cambia nada ni nadie, pero hay cosas que no puede durar eternamente

Toni Hernández | 28 MAR. 2021 | 09:00
Parejo y Marcelino

Macelino García Toral y Dani Parejo son historia del Valencia, que nada ni nadie puede borrar, pase lo que pase. Mientras estuvieron aquí, servidor tuvo sentimientos encontrados con ellos. Con Parejo fui muy crítico, pero le dio la vuelta a mi visión, y jamás entenderé la razón por la que se fue del club, y gratis, por muchos años que tuviera, y mucho dinero que tuviera que cobrar en su contrato. Eso no son maneras con una leyenda, y para mí, Parejo lo es. Marceñino no me caía bien porque rechazó al Valencia varias veces, pero cuando en enero de 2019 se le quería decapitar, y muchos de los que más gritaban son los que ahora son sus "hermanos", quien suscribe defendió que debía quedarse.

A Marcelino, si se le tenía que echar, y él sabe que tensó la cuerda hasta donde no debía, era en verano, antes de arrancar el año, nunca cuando se hizo. Las dos salidas se hicieron mal, parecieron venganzas personales, y sobre todo, mancharon el nombre del Valencia, que es lo único que está por encima de todo y de todos. Dicho esto, repetido hasta la saciedad, teniendo claro que el máximo responsable es Peter Lim, que fue quien lo permitió, hay ciertas cosas que tampoco es de recibo que sigan pasando. Porque la mierda, cuanto más la mueves, más huele.

De nuevo Marcelino vuelve a tener al Valencia en la boca. ¿Qué he hecho?, se pregunta delante de Jorge Valdano, otro que tal baila en esta historia. No te debieron echar cuando lo hicieron, devolviste al Valencia a la primera línea del fútbol español y Europeo, pero fuiste demasiado lejos en muchas cosas, y lo sabes perfectamente. Parejo es lo mismo, con aquello de "me siento liberado". No se te tenía atado a ninguna parte, y cuando firmaste una importante renovación, en 2018, los dirigentes eran los mismos. El Valencia cometió dos errores imperdonables, pero ya está bien, porque el Valencia no es Lim ni Murthy, sino todos nosotros. Sed leyendas, que tampoco es fácil.