Democratizar el Valencia: un concepto utópico

Es algo de lo que venimos hablando muchos años, pero que no tiene sentido en más allá de tener claro que una acción es un voto, y no un socio o un accionista

Toni Hernández | 10 MAR. 2021 | 07:30
Junta de Accionistas del Valencia

El Valencia Club de Fútbol, Sociedad Anónima Deportiva, no se puede democratizar. Al menos no más allá de la propia democratización de una SAD, es decir, una acción es un voto. Durante años hemos llamado Asamblea (un hombre, un voto), a las Juntas (una acción, un voto), y ese defecto grave de forma lo hemos venido arrastrando hasta hoy. Hace años, antes de la venta masiva por parte de los pequeños accionistas, el proceso era más parecido a una democracia bien entendida, pero eso hace mucho que pasó.

Y no hay fórmulas, por más que queramos, para alterar eso. Excepto que se conculque la ley, cosa improbable, o que los accionistas renuncien a sus derechos, algo que, como poco, ponemos en curentena. Y vaya por delante que maldigo una y mil veces el día que nos convertimos en SAD. Pero eso no significa que no debamos ser realistas y conscientes de la realidad que vivimos. Porque engañarnos pensando en escenarios que no se van a dar no ayuda en nada, más bien al contrario.

Es posible que ahora salte gente diciendo que si soy un blanqueador o cualquiera de las memeces clásicas de estos tiempos. Soy simplemente un valencianista que no vendió nunca sus acciones, y que tiene claro que el rumbo empresarial del Valencia sólo se cambia con dinero, con mucho dinero. Y es más, que tiene aún más cristalino que el futuro de la entidad pasa por otro inversor cuando ya no esté Peter Lim. Si ahora molesta que se digan las cosas como son, entonces el problema que tenemos no es Meriton, sino uno mucho más complicado para todos.