La decisión de echar a Javi Gracia como entrenador del Valencia

Si el Valencia echa a Javi Gracia como entrenador del equipo, ¿se solucionan todos los problemas? Esa es la gran pregunta, más allá de tener claro que, en un contexto "normal", el técnico navarro ya estaría fuera. No es comparar situaciones, ojalá, pero también lo hubiera estado Marcelino en enero de 2019, de hecho era un clamor del entorno el tirar al asturiano, y aquello no se dio terminando mucho más que bien. Es obvio que el mejor final de este curso ni se le va a acercar a aquel, pero simplemente es ponernos en situación para no confundirnos.

Soy de los que piensa, y no me voy a cansar de repetirlo, que me hubiera gustado ver a Gracia en un Valencia "normal", algo que creo que no se va a dar porque no lo veo como el técnico del año que viene por muchas cosas evidentes. ¿Lo de este curso? Hay dos partidos que me escaman mucho, el del Athletic de Bilbao y el del Madrid. No los entiendo, porque el equipo llegaba bien, descansado, sin muchas bajas y con los nuevos. Y en ambos duelos se ha dejado una sensación de apatía muy preocupante. Al menos en San Mamés se reaccionó, que ya es algo.

¿Toda la culpa es de Gracia? Pues hombre, toda, no. Pero desde luego tiene su parte de responsabilidad, es absurdo pensar lo contrario. Los errores de Bilbao se multiplicaron en Valdebebas, y encima contra un equipo mucho mejor. La falta de tensión en muchos momentos resultaba bochornosa, y la reacción desde el banquillo no era la adecuada en muchos momentos. Explicar esto sin hablar de los jugadores tampoco tiene sentido. La pregunta ahora es si echando a Gracia todo cambiaría tanto como para hacerlo faltando estos 15 partidos. Y sobre todo, quién debería ser el hombre que entrara por él.