Gracias eternas a Marcelino, pero su bien no es ya el nuestro
Su recuerdo es imborrable, y no depende de cortar fotos, pero hoy nos intentará reventar, como es su obligación... y nosotros se lo debemos hacer a él
Todos los que somos del Valencia le damos las gracias a Marcelino García Toral por habernos devuelto la autoestima, por habernos llevado a la Champions League dos años seguidos, y por habernos vuelto a hacer campeones 11 años después de la última vez. Eso es algo que quedará para siempre, y esos dos años y poco los vamos a recordar todos durante mucho tiempo. Para bien y para mal.
Porque pasaron muchas cosas más allá de los resultados finales: llegó e iba dimitir antes de empezar su primera temporada, la segunda iba a ser peor, la gran mayoría del entorno pedía su cese en enero 2019, se enfrentó a la propiedad de forma directa, tuvo una influencia excesiva en los fichajes del equipo… En tanto tiempo, en un club grande, pasan muchas cosas. Pero siempre lo bueno debe estar por encima de lo que no lo fue tanto. Las gracias por delante, y tener claro que no le debemos nada, después.
Y que le tenemos que ganar siempre que juguemos contra él, y que no podemos tener ni piedad ni simpatía, porque él nos reventará si puede. Es su obligación, que tampoco se vaya a enfadar nadie ahora, que nos conocemos. De toda la vida, y con todos los que han pasado por lo mismo que Marcelino hoy (aunque en Mestalla sería distinto), estas cosas no me han gustado. El rollito ese de jugar contra un ex que lo ha hecho bien siempre me ha molestado. Es como si a alguno hasta le supiera mal que le ganáramos. Y es que esto no va de personas, sino de que el Valencia gane.