Dani Parejo debería saber que el Valencia no es Lim ni Meriton ni Murthy
Jamás en a vida habría dejado que se fuera como lo hizo ni donde se fue, pero se debe diferenciar qué es el club y qué es quien manda de forma coyuntural

Dani Parejo debe saber que Peter Lim o Anil Murthy es una cosa, y que el Valencia es otra muy distinta. Que el club está por encima de los que, coyunturalmente, mandan en la entidad. Él mismo vivió varios presidentes en sus 9 años en Mestalla, incluso distintos propietarios, y por eso debe tener mucho más claro aún. Jamás habría permitido su marcha, y menos donde se fue, pero aquí siempre miro al espejo de Ricardo Arias, que jamás dijo nunca nada malo de su club.
PAREJO, sobre su marcha del VCF: “Me duele muchísimo pero creo que he acertado, siendo egoísta y pensando en mi. Me he ido de la noche al día. Estoy en un club increíble. Por la forma de gestionar el club, la estabilidad que hay...Las cosas no pasan por casualidad” (@ellarguero)
— Info Valencia (@Info__Valencia) January 19, 2021
No estoy criticando a Parejo, ni lo haré nunca, porque uno es muy libre de expresar siempre sus opiniones sobre lo que ha vivido, y eso es un derecho que nadie puede cuestionar. Pero también entiendo que cuando uno tiene el nivel de leyenda, debe dejar a un lado lo que es el Valencia, el club, su gente, sus cosas buenas y no tan buenas, y si debe apuntar hacia algo o hacia alguien, ser mucho más concreto.
Si le tuviera que aconsejar, le diría a Parejo que dejara de hablar del VCF, porque cada vez que nos menciona, va perdiendo seguidores. Para ensalzar al Villarreal no hace falta compararse con nosotros. Y si quiere criticar la gestión, que sea valiente y diga Lim, no ValenciaCF https://t.co/xuowDXykLK
— Eduardo Solivares -- (@edusolivares) January 19, 2021
Si debe darle una bofetada con la mano abierta a Peter Lim o a Anil Murthy, o alguien más, está perfectamente licitado para ello. Pero a los causantes de que las cosas estén como están, y de que él saliera. Y le compro hasta lo del egoísmo, porque entiendo que es así y que no hay maldad en ello. Aunque quizá, repito, el silencio puede ser un buen aliado en determinados momentos. Y un apunte más: comparar nunca es bueno, en ningún sentido, y es algo que, al menos yo, no haría nunca.