Las señales que manda el Valencia de Meriton

Las terapias con Rafa Lahuerta son mucho más que reconfortables, y en esa paz que genera, al final acaban fluyendo ideas muy claras de lo que pasa

Toni Hernández | 14 ENE. 2021 | 08:30
Anil Murthy

Cambiaría muchas cosas por tener un Valencia bien gestionado y sin el miedo en el cuerpo... no me gusta lo que veo…”. “Te entiendo. He tenido una sensación extraña desde septiembre de 2019, como preguntándome “¿hacia dónde?”. Pero desde junio es pánico, porque he vivido desintegraciones de clubes, y aunque los tamaños y las repercusiones son distintos, el proceso es jodidamente similar”. La conversación es de quien suscribe con Rafa Lahuerta, que se ha convertido en una especie de paño de lágrimas con el que me desahogo cuando tengo el punto de saturación al máximo.

Aguanta carros y carretas, y además de gran valencianista y enorme escritor, el señor Lahuerta debería pensarse muy mucho ejercer como sicólogo. Y si sus pacientes fueran valencianistas, mucho más aún. Sí, el Valencia me da miedo, aunque con falta de datos reales, porque sólo Meriton sabe la verdad de todo lo que pasa. En el fondo de mi cabeza quiero creer que no estamos tan mal, pero si me guío sólo por lo que veo, y no tengo más remedio, el proceso se parece demasiado a otro que me ha tocado vivir en mi carrera profesional.

Un máximo accionista que no dice la verdad ni al médico, que dice que van a pasar cosas que nunca ocurren, que hace declaraciones a los medios dibujando enemigos que nunca existen, planes de futuro sobre una base que nadie ve… Esos paralelismos, que son más, me hacen sentir miedo, aunque sigo sin entender la toma de decisiones de Peter Lim desde ese verano de 2019 a hoy. Daría muchas cosas por sentarme con él y que nos lo explicara, al menos para poder comprenderlo. El barco necesita un giro de timón, y grande, y no tengo nada claro quién está capacitado para darlo.