Hugo Guillamón: evolución pero con matices
El central está jugando con asiduidad y ofrece algunas sensaciones positivas, pero hay que ser conscientes de que su juego todavía refleja muchas dudas
El Valencia sigue reconfigurando su parcela defensiva, los problemas en la zaga y la portería han sido una constante y las lesiones no han ayudado. Gabriel Paulista parece el único fijo de la defensa, pero ni su nivel ha sido el esperado y ahora se encuentra lejos de los terrenos de juego. Con este escenario Javi Gracia ha tenido que improvisar con lo poco que tiene; Mangala no está capacitado para jugar varios encuentros seguidos y por ello la única opción viable ha sido contar con Diakhaby y Hugo Guillamón. Nos centramos en el rendimiento del canterano ya que deja demasiados claros y oscuros.
No podemos negar que Guillamón tiene grandes perspectivas de futuro, es un jugador que pinta bien y que desde bien joven ha demostrado sus condiciones tanto en el Valencia como en la selección. Pero Guillamón tiene dos grandes carencias que impiden que sea realmente competitivo. Una se ha repetido muchas veces, su escasa estatura. Hugo Guillamón lo suple con técnica pero obviamente el Valencia pierde demasiado en los balones añtos, debido a su físico Guillamón nunca será un defensa contundente. El otro punto negro está relacionado con su enfoque a la hora de jugar al fútbol; Hugo Guillamón arriesga en exceso, lo que le lleva a cometer errores fácilmente evitables.
Detectar estos puntos negros y trabajar para limar estos problemas es el único camino para conseguir que Hugo Guillamón se convierta en el futbolista que todos esperan. Y por supuesto existe una última duda: comprobar si realmente el canterano sería un jugador aprovechable en otras zonas del campo. Hay tiempo para resolver estas cuestiones pero la Copa del Rey podría ser un buen banco de pruebas para probar a Guillamón en otra posición.