Si en el Valencia no generamos calma, estamos muertos

En el entorno del Valencia debemos generar calma. Sí, calma, aunque este concepto nos vuelva locos y no podamos comprender cómo alguien nos puede pedir eso cuando si miramos la clasificación es para tener un ataque de ansiedad. Pues precisamente por eso, porque no podemos afrontar el resto del curso de este modo, ya que en ese caso estamos condenados de antemano. No se trata tampoco de pasarse la temporada en “estado zen”, que ni calvo ni tres pelucas, sino de saber afrontar cada momento, dentro y fuera del vestuario del equipo.

Que no podamos ir a Mestalla es un handicap, pero ante los problemas, soluciones que puedan ser tangibles. No me gustan nada las redes sociales tal y como las estamos usando hoy en día, pero sin duda, son el mayor nexo de unión que tenemos con el equipo, que a nadie le quepa duda de ello. Si uno echa un vistazo, en cualquier momento, se genera cualquier cosa menos calma y confianza. Mezclamos cosas además, lo que también resulta altamente peligroso por todo lo que hay en juego. Los jugadores que tiene ahora mismo la plantilla serán mejores o peores, pero ellos no tienen la culpa de nada de lo que ha pasado en los despachos.

Y no les podemos llevar al extremo en enero, aunque llevamos así desde hace meses, porque eso los va a ahogar, y al final perdemos todos. Confundir esto con la falta de exigencia es otro mal endémico, pero lo que tampoco se puede hacer es hablar de cómo gestionar un vestuario de un equipo profesional cuando no has pisado uno ni haciendo el tour de Mestalla, vuelvo a repetir… Calma y confianza, que aunque muchos no lo crean, es la única receta para esto.