El sentimiento de un inversor en el fútbol

No tengo muy claro qué se esperaba de Peter Lim, pero que fuera del Valencia desde que nació, no creo que fuera una de las cosas

Toni Hernández | 09 DIC. 2020 | 08:30
Roman Abramovich

Cuando alguien le pide a un inversor en el mundo del fútbol que tenga sentimiento por el club que compra, exactamente, ¿qué le está pidiendo? Este es un aspecto que mucha gente achaca a Peter Lim y a Meriton. “Es que no sienten el Valencia como nosotros”. ¿Pero es que acaso alguien pensaba que esto iba a ser así? ¿Alguien en su sano juicio creía que Lim se iba a hacer del Valencia como si no hubiera mañana, y que tendría un sentido de pertenencia como el que tenemos nosotros, que fuimos de la mano de nuestros padres a Mestalla?

No tiene ningún sentido, aunque aún así, lo ponemos en el debe del máximo accionista. Hasta donde yo sé, se le pidió dinero, que limpiara el trasero de la Fundación y de Bankia, y que se hiciera cargo de las deudas que tenía el Valencia. Y con eso, el club, la empresa, pasó a ser de su propiedad. ¿En qué momento se habló de sentimiento? De hecho, los dueños del Chelsea, PSG o del Manchester City, los tres clubes del mundo que más han gastado en fichajes en los últimos 15 años, tampoco tienen ese sentimiento. La diferencia con Peter Lim es que ellos han puesto una cantidad de dinero a la que el singapurés no ha llegado, al menos de momento, ni de lejos. Y que lo viven mucho más en primera persona, desde luego.

Y también es cierto que han pagado sus excesos con sanciones por parte de la UEFA por excederse en el control económico. Pero nadie habla de sentimiento, en absoluto. Hablan de dinero. Porque aquí el problema radica ahí. Si Lim pusiera mucho más, y siguiera trayendo buenos jugadores, muchas de las cosas que no se hacen bien pasarían a un segundo plano. Y su sentimiento seguiría siendo el mismo. Pensemos muy bien esto cuando haya un nuevo dueño, que si pasa lo que todo el mundo quiere, debe ser el siguiente paso… con permiso de Lim, claro.