Cuando la vuelta de Diakhaby se convierte en un "fichaje" de lujo para el Valencia

La vida y el fútbol tienen guiños que son poco menos que grotescos, porque después de haberlo "matado" el año pasado de forma inmiseriorde, la vuelta al Valencia de Mouctar Dikahaby, ahora mismo, nos parece a (casi) todos una gran noticia. Y es que la lesión de Hugo Guillamón dejaba en cuadro de nuevo al equipo, con Gabriel Paulista y Eliaquim Mangala cómo únicos centrales disponibles, y el retorno del galo se convierte en la mejor noticia posible dentro de los problemas que se tienen.

A pesar de la creencia popular sobre Diakhaby, en cuanto a que es poco menos que un paquete que al Valencia le costó un ojo de la cara, la visión de quien suscribe nunca ha sido esa, sin dejar de reconocer los errores dantescos que tuvo especialmente la pasada campaña. No deja de ser un fichaje de Pablo Longoria, para mí del nivel de Yunus Musah o de Uros Racic, pero que como todos, necesita un determinado contexto para poder rendir al máximo de su potencial. Que lo tiene.

Este año, en contra también de casi todo el mundo, hasta que se lesionó, me estaba pareciendo el mejor defensa central de los cuatro. ¿Que el nivel no es para tirar cohetes? Diakhaby ha jugado en un equipo donde estaban Garay y Paulista, y no ha desentonado en absoluto. Incluso ganó en las preferencias de Marcelino a Jeison Murillo, aunque es posible que aquí hubieran más factores. Regresa y lo hará en un partido duro y vital, en Eibar, ante lo que ahora mismo es un rival directo del Valencia.