El Valencia no da lástima, genera orgullo, ya está bien

Ese tono lastimero que estamos empezando a querer implantar en el entorno del Valencia me saca de quicio. Y eso no significa que la política deportiva de Meriton este verano no me parezca aberrante, que no entienda nada de lo que se ha hecho desde que volvió el fútbol tras el confinamiento hasta hoy, o que me parece lamentable que se mintiera al entrenador o a jugadores. Una cosa no quita la otra, pero es que cuando estás todo el santo día llorando lo desgraciado que eres, la mala suerte que tienes, lo mal que te sale todo, lo lamentables que son los que te dirigen… cuando todo es siempre así, gris, lo que proyectas es tristeza, pesadumbre, agonía.

Y si hay quien se rebela contra la propiedad por nefasta, y me parece perfecto, y si hay alguien sensato aquí me tendrán, yo también me rebelo contra el duelo eterno por lo que éramos hace unos meses y no somos ahora. Y no, no le pongo un sólo paño caliente a la situación, ni medio. Pero ahora mismo, esta plantilla y este entrenador, del que vamos a hablar con calma y sólo de fútbol, necesitan que lo que les rodea, ya que no se puede ir a Mestalla a nada, no sea el caos y la negatividad permanente.

No hablo de alcanzar 42 puntos o 52, eso ahora mismo es otro tema, y se soluciona ganando partidos, Pero si todo es siempre malo, si da igual lo que pase porque a todo hay que buscarle la pega, si todo se soluciona con que “Lim quiere destrozar el club”, y con eso se logran victorias, pues oye, no pasa nada. Pero como me temo que no va a ser así, y aunque a todos nos gustaría pelear la Liga, vamos a ser más consecuentes con nosotros mismos, pero con buena cara, que cuesta lo mismo.