Los canteranos del Valencia y un tópico demasiado extendido
Opinión/ A menudo se utiliza el argumento de que los jugadores de casa deben demostrar más para ser valorados, esta afirmación es muy cuestionable
El Valencia está recurriendo a muchos canteranos debido a la delicada situación. La lectura tiene dos vertientes ya que por un lado siempre es agradable que la escuela funcione, pero por otro refleja lo mal que se han planificado las cosas. El resultado es una plantilla muy debilitada que solo ha podido sumar un punto por partido y un equipo que tiene cerca los puestos de descenso. Pero hoy nos ocupamos del entorno, aquel que muchos califican como culpable del desastre que está viviendo la entidad y al que no se reconoce la disparidad de criterios y opiniones que existe en su seno; afortunadamente el entorno no responde al pensamiento único que sí existe a día de hoy en el club.
Hay demasiados tópicos relacionados con el entorno del Valencia, y uno de ellos es que la afición tiende a exigir mucho más a los jugadores de casa que a los venidos de fuera. Por suerte el valencianismo tiene totalmente superada esta cuestión, e incluso podríamos decir que esta forma de actuar nunca existió. La afición del Valencia no es chovinista, pero evidentemente tampoco es lo contrario. Es más, si quisiéramos apurar el concepto y acercarnos a la realidad, podríamos decantarnos porque apunta más a lo primero, y esto se aprecia cuando los futbolistas de casa abandonan Mestalla; a los jugadores salidos de la cantera siempre se les ha querido más y sus fichajes por otros equipos escocieron con mayor intensidad al aficionado. Solo tenemos que ver las reacciones producidas a raíz de las salidas de Ferran Torres o Alcácer y las ocurridas con otros futbolistas.
Tampoco es real que las críticas y la exigencia se focalice en los jugadores valencianos. Pocos futbolistas han sido tan abucheados por la grada como Dani Parejo, y podemos encontrar decenas de ejemplos similares, en Mestalla se silbó hasta a Mario Alberto Kempes. En el caso de que estos jugadores foráneos hubieran sido activos salidos de la cantera, ¿acaso algunos no habrían utilizado el argumento de que se les exigía más por ser de casa? Vayamos a otro ejemplo más reciente, ¿algún canterano sin experiencia en la élite ha sido tan masacrado por el llamado entorno como Correia? Nuevamente la realidad vuelve a ofrecernos la respuesta.
Afortunadamente Mestalla premia o castiga según el rendimiento, por condiciones y porque cada aficionado tiene su propio gusto futbolístico, pero prácticamente nadie lo hace por lugar de nacimiento o procedencia del futbolista. Creer que es así solo sirve para engañarse, y la historia del club refleja que numerosos futbolistas valencianos contaron con el cariño y el respeto de la grada sin tener que justificar el hecho de ser de casa (faltaría más). El debate surge ahora con los Carlos Soler, Toni Lato, Jaume Doménech o Hugo Guillamón. Evidentemente es bonito que estén en el primer equipo, pero será el tiempo, los resultados del Valencia y el rendimiento real de cada futbolista los que les coloquen en el lugar que merezcan. Ni tienen que demostrar más que los de fuera ni se les exige un mejor rendimiento por el hecho de ser de casa. Seguir acudiendo a estos tópicos no hacen ningún bien al equipo y en ocasiones llegan a sonar a victimismo; recurrir a amiguismos y al carnet de identidad para analizar a un futbolista no conduce a ningún sitio.