El simplismo y la mala sombra para señalar a gente en el entorno del Valencia

En la ciudad no hay nadie que defienda a Meriton por encima de todo y por todo, pero cuando intentas razonar, eres un vendido

Toni Hernández | 05 OCT. 2020 | 08:30
Mestalla

Señalar en Valencia al que no piensa como tú es muy común. Muy cobarde, pero muy común. Y si hablamos del Valencia Club de Fútbol y de Peter Lim, ya es que da verdadero asco. En el proceso de venta, todos los actores que participaron en él dieron lástima, mucha pena. Muchos medios y periodistas también. Y doy gracias a Dios por no haber estado entonces en primer linea. Muchos han cambiado el discurso 180 grados, de amenazar a quien no quisiera Lim han pasado a querer ser lo que libren al Valencia de Lim. Acojonante.

El sentido común, el punto medio, nunca se ve, y por eso, algunos sentimos vergüenza ajena cuando Mestalla recibía a Lim como si fuera una estrella del rock. “Welcome Peter”. Creo que jamás nos hemos rebajado tanto. La llegada de Meriton fue el mal menor que le podía pasar a la sociedad, que estaba en la puñetera quiebra, atada por Bankia y con gestores a sueldo del banco dirigiendo al club. Lim es probable que ni supiera qué era el Valencia o dónde estaba, pero le llamaron, vino, y se lo quedó.

Han sido varios años de altos y bajos, con un modelo de negocio muy suyo, con éxitos y con fracasos. Los últimos 12 meses son incomprensibles, lamentables, y todo ello no está reñido con pensar en que sigue siendo, a día de hoy, la solución menos mala. Porque simplemente, en este momento, no hay otra, no hay nadie que ponga un euro. Muchas veces se nos ha ido la mano con la crítica a Meriton, y ahora mismo, nos quedamos cortos, porque no le echamos cojones y vamos a Anil Murthy a que nos explique qué demonios está pasando aquí.

Y mucho menos nos subimos a un avión rumbo a Singapur para ver a Lim, que saldrá a la calle a hacer su vida. Hace años, Julio Insa me dijo a la puerta de un consejo del Valencia, “pega una patada a la puerta y que te digan si echan o no a Luis Aragonés”. Tomás Ramos, el jefe de seguridad, salió a por mi porque iba directo. Ahora, con lucirnos en twitter, tenemos suficiente.