En el Valencia, siempre de hombres y no de nombres, pero sin provocar

Los equipos legendarios del Valencia siempre fueron de hombres y no nombres. Que luego terminaron siéndolo en muchos casos por la leyenda que forjaron a su paso, aunque ese es otro tema. El presidente del club, Anil Murthy, sigue pisando charcos que no tienen sentido, en lugares donde muchas veces ni ha llovido, y sigue transmitiendo la incómoda sensación de que buscar provocar. Me niego a creer que sea así, pero más por lo que pienso que por lo que veo, y claro, quien esté más predispuesto a enfardarse con facilidad, tiene motivos sobrados para elegir.

No entiendo a Anil Murthy. No voy a entrar en insultarle o faltarle al respeto, porque al final no es como yo entiendo la vida (y es posible que en otro tiempo lo hubiera hecho, pero tengo claro que las cosas no se arreglan así). Y lo que peor llevo de no entenderlo es que a su alrededor tiene gente muy válida a la que poder preguntarle cómo somos. Qué se puede decir y qué se debe decir. Y que estarían encantados de echar una mano, porque con cada guerra que hay en el Valencia, sufren.

No voy a poner ningún nombre, porque al final eso da igual y no me apetece comprometer a nadie con reflexiones que son sólo mías. Pero le diría al señor Murthy que nosotros, los valencianistas, tenemos muy claro que nos va lo de ser un equipo de jugadores y no de estrellas. Que luego pueden serlo aquí, pero que casi ningún jugador que vino siendo un grande se marchó de aquí siéndolo más. Cosas del ADN valencianista, podríamos decir. El problema no es decirlo, porque ya lo sabemos. El problema es confundir lo que se quiere decir. Y generar sentimiento de provocación, que es muy duro.