Si se quiere comprar el Valencia vamos a ser serios, pero de verdad

Si queremos comprar el Valencia a Peter Lim, con todo el respeto y el cariño del mundo a aquellos que lanzan inactivas populares, lo primero que toca es ser serio. Porque el romanticismo está muy bien, yo muchas veces lo aplico, y a cualquiera nos gustaría ser el héroe que “salvara” al club. Pero para eso, además de ser valencianista, sentirlo, vivirlo y hacer mucho ruido en las redes y en los medios, hace falta dinero. Mucho dinero en este caso.

Estoy leyendo iniciativas que se caen al suelo sólo con mirarlas, que además no entiendo ni que se propongan, porque sabemos que eso jamás se dará. Pero el personal se calienta, porque quiere escuchar ese tipo de cosas, y piensa que eso presiona al máximo accionista, cuando eso, quitémonos la venda de los ojos para no tropezarnos, no es así. Que los socios del club, o los accionistas, pongan cada uno un dinero, unos hablan de 8000 euros, otros de otras cantidades, para sumar lo que Peter Lim pudiera pedir por sus acciones, es una pérdida de tiempo que puede entretener a parte del entorno, pero que no tiene ningún tipo de sentido práctico.

Se han quedado ampliaciones de capital por subir y ponemos el grito en el cuelo cuando nos suben 30 euros el pase, por el amor de Dios. La respuesta la dio Fernando Roig, aunque no se puede hacer nada ya: “lo que se tendría que haber hecho es una gran ampliación de capital donde el dinero hubiera llegado directamente a la caja del Valencia. Esa hubiera sido la solución real". Dinero, porque estamos hablando de dinero. Y el que hace falta no está en el pequeño accionista o en el socio, tengamos eso claro de una vez.