Serios avisos que cuestionan la buena salud del Valencia CF

Ferran Torres y Paco Camarasa han tardado muy poco en hablar tras salir del club, sus palabras dejan claras varias realidades

Jose Hernández | 06 AGO. 2020 | 08:00
Ferran Torres

El Valencia CF es un incendio permanente, un club cargado de conflictos y con un entorno crispado por las decisiones del día a día. Ferran Torres y Paco Camarasa han hablado tras abandonar el club, y lejos de entrar a valorar la veracidad o no de todo lo que han contado, se trata de dos formas de salir a la palestra diferentes. Ferran es un joven futbolista de 20 años con mucho que aprender, aunque se le han visto destellos en la élite no deja de ser una promesa con una ambición desmedida y quizá, un ego totalmente desproporcionado teniendo en cuenta su corta trayectoria. Exigencias como querer ser el capitán del Valencia en este momento o exponer de manera pública que se sentía uno de los mejores no parece la cara más humilde de un futbolista.

Con Camarasa es distinto, y por ello sus palabras deben ser escuchadas con atención y respeto; es una de las figuras que puede contar con propiedad lo que ocurre dentro del Valencia CF. Ambos, Ferran y Camarasa, han hablado desde el rencor y el resentimiento, y ese es otro factor a tener en cuenta. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que los dos coinciden en que la división dentro del club y los jugadores es una realidad. Camarasa ha llegado a decir que existe miedo entre los trabajadores del Valencia, y no debería sorprender si observamos la hoja de ruta de los propietarios del club en los últimos años.

Empleados fieles como Voro quedan expuestos tras las duras palabras de Camarasa, y se deja entrever que todo aquel que no comparta al 100% y de manera súbdita el decálogo de Meriton será despedido tarde o temprano. Anil Murthy (como hombre de máxima confianza de Peter Lim) tiene el poder y si hablamos a nivel de empresa están legitimados para elegir a sus empleados, pero no es para nada razonable que se imponga de esta manera un pensamiento único y no haya lugar a la discrepancia dentro de la entidad. Hablamos de un club de fútbol; los números y la inestabilidad de los últimos años demuestran que este camino no da resultados. Por último, las palabras de Ferran dejan varios titulares más, uno de los más preocupantes está relacionado con Kang in Lee. El de Foios afirma que al coreano tampoco se le ha tratado bien dentro del vestuario y lo pasó mal. Ferran desea que Kang in Lee no tenga un final tan triste como el suyo en el Valencia, pero deja caer que esta opción es una posibilidad.

Mientras tanto se pueden tapar las polémicas y seguir pensando que todo lo que ocurre en el club responde a la normalidad. Se puede tachar de resentidas o desagradecidas a las personas que han abandonado el Valencia (hay que dejar claro que Ferran no lo ha hecho bien, aunque eso no exculpa de los errores en la gestión de su caso que también ha cometido el club), pero seguir mirando hacia otro lado no será ninguna solución. Lo que sí podemos extraer de lo ocurrido en los últimos días es que en el Valencia CF actual se habla mucho de puertas para fuera y se calla demasiado en el día a día; poner en duda ciertas decisiones crea problemas a largo plazo. Esta temporada el proyecto ha quedado dinamitado por completo y eso es incuestionable.