El Valencia le parece poca cosa a Ferran Torres

El Valencia le parece poca cosa a Ferran Torres, porque busca "mayores retos". Quiere irse sin cerrarse la puerta con el "es el equipo de mi tierra y el que me ha dado todo", pero es tarde. Difícil marcharse haciendo las cosas peor, siendo legítimo el cambiar de equipo cuando uno estima oportuno. El camino para llegar a esta decisión ha sido innecesario, absurdo, y nos ha metido a todos en una guerra en la que, básicamente, hemos hecho el indio, y mucho. Quiero pensar que no es el chico quien ha conducido esta situación, pero luego lees su entrevista y te preguntas muchas cosas.

Su ego está por las nubes, y eso es algo que hemos ido conociendo a medida que los "secretos" del vestuario se iban desvelando. El capítulo en el que Parejo le dice que si no sale a calentar no juega más en este equipo es revelador. Pero los mensajes de Soler y Gayà, sin decir nada, son dos bofetadas vestidas de murciélago de un tamaño gigantesco. Por cierto, ambos han pasado por alto para algunos, que me pregunto yo qué habría pasado si hubieran sido palos a Peter Lim, como hace un año cuando se echó a Marcelino.

No quiero a perfiles así en mi equipo, y sigo pensando que Ferran puede ser uno de los mejores jugadores del mundo si sigue creciendo, pero es que ahora mismo no estamos hablando de fútbol, sino de otros valores que también cuentan para ser grande. Se marcha porque le parecemos poca cosa, pero no pega portazo porque no tiene claro que un día no tenga que volver con el rabo entre las piernas. Porque las cosas pueden salir bien... o mal. En cualquier caso, ya sabemos todos quiénes somos de verdad.