El fracaso que sienta un peligroso precedente en el Valencia

Opinión/ Ferran abandonará el Valencia habiendo jugado muy poco en el primer equipo, el proyecto de cantera pierde a uno de sus referentes muy pronto

Jose Hernández | 30 JUL. 2020 | 08:00
Ferran Torres

La noticia que se temía desde hace meses está muy cerca de hacerse oficial, Ferran Torres abandonará el Valencia y lo más triste es que lo hará en unas condiciones que no se entienden. Las cantidades con las que se cerrará el traspaso están muy lejos de lo que se podría esperar, los 25 millones más variables son muy pocos teniendo en cuenta que Ferran es uno de los futbolistas más prometedores de Europa. Ahora lo fácil y previsible es que el jugador se convierta en el centro de las críticas, se apelará al factor sentimental para colocar al futbolista en la diana, y por supuesto es lícito que un sector de la afición lo haga (aquí no se trata de defender la decisión de Ferran ni mucho menos, pero tampoco tiene demasiado sentido comparar su caso con el de otros jugadores de la plantilla que decidieron seguir).

El Valencia CF está por encima de cualquier jugador y una vez que el canterano abandone Mestalla, de nada servirá seguir manteniendo el hilo del rencor; Ferran ya será agua pasada. Eso sí, desviar la atención puede servir para blanquear la gestión que ha hecho el club con el futbolista, que más allá de su venta debe calificarse como muy mala ya que no se ha podido aprovechar deportivamente a un jugador formado desde niño, y además se le va a dar salida por una cantidad que podría quedar en ridícula si con el tiempo el de Foios se convierte en una estrella mundial.

Para algunos Ferran y su entorno han pecado de exceso de ego y desagradecimiento; han jugado sus bazas primando el aspecto económico. Pero a nadie le debería sorprender que esto ocurra en el mercantilizado fútbol actual. La salida del extremo valenciano es una noticia triste por el trasfondo: el club no ha sido capaz de retener a su mayor promesa en el aspecto económico y tampoco ha podido convencerle prometiendo un proyecto deportivo ilusionante. El objetivo era crear una base de jugadores formados en la casa de cara al futuro, pero en la primera curva del recorrido una de las grandes piezas abandona el barco. No es el mejor de los precedentes para hacer creíble ese proyecto de futuro basado en canteranos de calidad.

Se han manejado mal los tiempos y se ha intoxicado demasiado por parte de todos, no se ha podido sacar beneficio deportivo real del jugador más allá de unos cuantos partidos y finalmente se ha negociado a la baja en el mercado. No es para estar satisfechos.