El Valencia no puede jugar sólo 45 minutos, no somos tan buenos
El equipo hizo una sensacional primera parte, pero a Rordrigo le anularon un gol injusto, y en la segunda todo le costó mucho más

El Valencia buscaba la victoria ante el Madrid con un eje de la zaga inédito y sorprender: Hugo Guillamón y Eliaquim Mangala, además de la sorpresa de la suplencia de Coquelin, contra todo pronóstico. El guión del partido era el esperado, con los locales mandando y el equipo de Celades atrás buscando las contras. En el 11, Cillessen salvaba la primera clara de Hazard en un mano a mano. Pero en el 13 contestaban y de qué manera los valencianistas, con una contra de libro liderada por Maxi que terminaba en remate al palo de Rodrigo Moreno. Una gran réplica que pareció cambiar un tanto el signo del encuentro.
Y en el minuto, tras una buena jugada en ataque con buenos conceptos, Soler metía un pase de escándalo a Rodrigo que ahora definía de forma perfecta… hasta que el VAR, de una forma aberrante, anulaba el gol. Vergonzoso. El equipo quedó tocado y los blancos empezaron a apretar. Pero los de Celades no perdían la cara al partido, y eso era muy importante. Kondogbia podía hacer el 0-1 con disparo tremendo desde fuera del área, pero el portero blanco hacía una gran parada. La primera parte terminaba en tablas, y la sensación de haber visto un buen Valencia hasta el momento.
La segunda parte empezaba sin cambios, y con la duda de si el equipo seguiría dando ese nivel tan alto. Y no se salió nada mal, esa es la verdad. Aunque lo cierto es que el Madrid mandaba en el encuentro de nuevo, al menos de forma territorial. Llegando al minuto 60, Celades metía velocidad con Guedes y Gameiro, entrando por Maxi y por Ferran (que de nuevo no estuvo bien). Pero un error del galo en la entrega permitía una contra blanca que Benzema convenía en el 1-0. No era justo, pero al final tocaba remar más aún. El tanto hizo daño, pero había que levantarse como fuera. En el 68, Cheryshev y Coquelin entraban por Soler… y Parejo, algo inédito.
Pero en el 75 quedaba todo finiquitado. De nuevo Wass demostraba que para ser siempre lateral le faltan cosas, le ganaban la espalda, y Asensio, que volvía 10 meses después y no había tocado el balón, hacía el 2-0. El equipo se dejó llevar, y en el 86, Benzema hacía el 3-0 en otra buena contra. El final fue un desastre añadido, con la expulsión de Kang in Lee, lamentable, y la lesión de Coquelin, que veremos el alcance. Pudo ser una gran noche, pero terminó siendo otra pesasilla.