Del mes mágico al apagón en solo un año

Hace solo un año el Valencia afrontaba el último mes de la temporada del centenario con un panorama más que ilusionante, con opciones en La Liga y la Europa League y una ilusionante final de copa para cerrar el círculo. Ante el Arsenal no se cumplió pero los de Marcelino certificaron la escalada liguera para hacerse con la cuarta plaza y once años después levantaron la Copa del Rey en Sevilla. Sin amenazas de coronavirus y miles de personas en el Benito Villamarín aquella noche el valencianismo besó el cielo sin saber que todo lo que vendría a partir de entonces sería una pesadilla. Y es que la resaca del centenario ha sido demasiado dura, ya desde el verano comenzaron los hechos extraños y el sufrimiento.

Primero fue la bomba veraniega de la posible salida de Mateo Alemany, un detalle que dejaba claro que no existía sintonía entre la propiedad y los principales encargados del proyecto. Marcelino saltó por los aires muy pronto y la incredulidad se adueñó del ambiente. La victoria en Ámsterdam y la clasificación a octavos fue solo una gota de alegría en medio del océano de lágrimas. Más tarde llegó la triste imagen de Mestalla en el duelo ante el Atalanta, el anuncio de que algo muy grave iba a azotar a la sociedad...y desde entonces el fútbol ha desaparecido. Este mes de mayo volverá a ser un mes sin fútbol, y si hay suerte se jugará en el mes de junio. En solo un año el Valencia ha pasado de la alegría absoluta a la tristeza e incerteza.