Las Fallas se queman el 19 de marzo, no el 19 de febrero

Los análisis han sido muy previsibles, resucitando a gente que ya no está y acuñando ese término, para mí vacío, de que no hay un plan

Toni Hernández | 20 FEB. 2020 | 14:34
José Luis Gayà

Las Fallas se queman el 19 de marzo, no el 19 de febrero, y viendo cómo está el entorno después del sonrojante varapalo que se llevó el Valencia en Milán contra la Atalanta (al partido no le pienso poner un solo paño caliente), parece que al menos en el mundo del fútbol no va a ser así. El resumen más gráfico de lo que se puede leer, ver o escuchar es que todo es una mierda, una inmensa y gigante mierda, y que lo mejor que podría pasarnos a todos es que la temporada se acabara ahora. No estamos hechos para sufrir, es evidente, porque ahora es cuando toca hacerlo, y mucho, y no bajarse del barco. Que es nuestro barco, no lo olvidemos. Llevo ponderando mucho qué escribir desde que terminó el partido, por muchas cosas.

Y quería ver si existía la posibilidad de estar equivocado respecto a algunas reacciones. Pero no ha sido así. Se ha desenterrado a Marcelino, como si el Arsenal no nos hubiera destrozado el año pasado con todos nuestros titulares disponibles. Volvemos a la cantinela de que no hay plan, como si al final hubiera una conjura para las bajas y que no fuéramos capaces de aprovechar las muchas oportunidades claras que nos dio el rival. Y todo termina en que Peter Lim es un problema para el club. Todo previsible y no por el partido de Italia, porque que esto se viene venir desde septiembre. No pienso quemar la Falla, básicamente porque este equipo es el mío, ya no me atrevo a decir el nuestro, y es el que debe jugar cada partido.