Un Valencia horrible en Milán, sin paleativos

Partido desastroso del equipo atrás, que dio todas las facilidades posibiles, y que encima delante no tuvo la pegada necesaria

Toni Hernández | 19 FEB. 2020 | 22:53
Ferran Torres

El Valencia salía a por un triunfo en Champions League frente a la Atalanta con su once de gala, al menos el que le permitían las muchas bajas que tenía el equipo de Celades. En el minuto 8 Jaume hacía una parada antológica después de una gran combinación del equipo local. No se podían cometer ese tipo de fallos atrás, y el equipo estaba muy avisado. Los italiano mandaban en el partido, con el Valencia atrás buscando una contra que pudiera sorprender. Pero en el 15 sí acertaban los italianos, y una vieja aspiración valencianista, Hateboer, se adelantaba a Gayà para hacer el 1-0. Lo estaban buscando y era justo en ese momento. Pasado el ecuador de la primera mitad, la sensación era que los visitantes estaban muy incómodos. Se intentaba con Guedes, conectando con Parejo, y Kondogbia estaba haciendo un buen partido, pero no se pisaba el área contraria. Pero en una jugada aislada el equipo la tuvo, primero con derechazo de Ferran al palo y luego con un remate de Guedes que desviaba la defensa. Muy muy clara en el 29. Esa jugada metió a los de Celades, que empezaron a jugar al fútbol. En el 32, una gran jugada de Gayà y Guedes estaba a punto de ser el empate, pero el remate del luso se iba por poco. Pero de nuevo otro fallo defensivo permitía a los locales marcar. Ilicic soltaba un zambombazo dentro del área que Jaume no podía atajar. 2-0 en el 42. Así terminaba el primer tiempo, con demasiado castigo para los méritos de unos y otros.

El equipo debía marcar como fuera y no encajar más, por encima de todo. Con todo y con eso, los locales la tenían primero, aunque el centro del Papu se marchaba fuera. Justo en la siguiente jugada, Soler podía marcar, pero su remate se iba por muy poco. Había que aprovechar alguna como fuera. Pasado el 55, se palpaba que tocaba algún cambio para dar más mordiente arriba, porque atrás no se podía mejorar nada salvo alejar el balón. Y en el 57 llegaba un mazazo terrible con el tercero de la Atalanta con otro disparo de fuera del área. La cosa empezaba a tomar tintes dramáticos con el 4-0, que quizá era fuera de juego, pero el Valencia estaba desbordado. Cheryshev hacía el 4-1 en el 65 y al menos ponía algo de esperanza, porque quedaba partido. Cheryshev podía hacer el 4-2 en el 69, con un equipo local que estaba tocado a pesar de la ventaja. De nuevo Gayà la tenía en el córner siguiente. Faltaban 20 minutos. Soler podía marcar de nuevo en el 76, y el partido parecía que giraba de nuevo. Había que marcar otro como fuera, porque con todo el desastre, se estaba en la eliminatoria. Pero el tanto no llegó, y el 4-1 lo pone casi imposible.