Reflexiones sobre el Valencia en el año 2020 que comienza

Reflexionar sobre el Valencia 2020 nos podría dar para pasar la Nochevieja, el día de Año Nuevo, y plantarnos con toda tranquilidad en el próximo Nou d’Octubre. Parto de una base casi imposible: hacerlo sin bandos ni intereses, sin mirar que las cosas las hacen unos u otros, simplemente analizando lo que pasa y cómo pasa. Este año que arranca es clave para el club por muchas cosas. Necesita, y eso ya va a ser crónico, terminar entre los cuatro primero y jugar de nuevo la Champions League. Y es que esa competición es la que genera la gasolina que se necesita para seguir compitiendo con los clubes más fuertes de España y de Europa. Pero además de esto, que es obvio, poder reemprender el Nuevo Mestalla es la otra pata vital de este banco, y ahí tampoco se percibe ninguna ayuda.

En cualquier otro sitio, o al menos así lo entiende suscribe, lo normal sería que toda la sociedad civil, el entorno y los medios de comunicación, cerraran filas en torno a este proyecto, que debe marcar toda una época en el Valencia. Contra eso lo que vemos es pasotismo, dudas que intentan generar pánico, sensación de querer que no pase para tener una excusa y cargar contra Lim. Y no se dan cuenta que dentro de 20 años Lim no estará y nosotros sí, y que como no tengamos ese campo nuevo estaremos en un pozo del que esos seres de moral superior no nos van a sacar. No sé si reflexiono o ruego, pero que tengamos un 2020 sin que nadie ponga más palos en las ruedas ya sería para celebrar… y me temo que no lo haré.