El fichaje de Eliaquim Mangala: nadie estaba loco

El jugador francés está compitiendo por hambre, por orgullo y con compromiso, y eso no se puede llegar a pagar con dinero

Toni Hernández | 05 DIC. 2019 | 07:30
Eliaquim Mangala

El fichaje de Eliaquim Mangala por el Valencia le generaba muchas dudas a quien suscribe. Sinceramente no me terminó de convencer el año que estuvo aquí. Un portento físico, de eso no cabe duda, pero quizá me contagié del mal curso que se hizo en todos los aspectos, y vi menos de lo que otros sí apreciaron al parecer con claridad. Aunque siendo sinceros, lo que más dudas me generaba era que había estado dos años sin competir y padecido lesiones muy delicadas de las que no se recuperaba. Y el hecho de que el Manchester City lo cediera dos años, los que le quedaban de contrato, que es poco menos que quitárselo de encima, era todavía más “sospechoso”. En cualquier caso, y aunque no se pagara un euro de traspaso, un operación de alto riesgo.

Cuando vino, con el famoso consenso encima de la mesa y sin la participación de Jorge Mendes, como dijo en varias ocasiones el propio Mateu Alemany, se pasó muchas semanas sin entrar en una lista, sin disputar un solo minuto, sin poder ser jugador de fútbol. Han hecho falta dos partidos de Liga, contra el Betis y contra el Villarreal, para darnos cuenta que el rol que se pensaba para él, de cuarto central sobre el papel, lo va a cumplir de sobra, y que como coja esa confianza que da el hecho de competir cada semana, se lo puede poner muy complicado a los demás. Defender mejor también va a ayudar, y aunque este Valencia no es el del año pasado en ese sentido todavía, desde luego no es el de Pako Ayesrarán…