Sin entender al entorno del Valencia

Se está perdiendo el norte respecto a la exigencia global y se va a la petición individual, con filias y fobias por encima del sentido común

Toni Hernández | 24 OCT. 2019 | 23:00
Mestalla

No entiendo al entorno del Valencia, y es posible que sea porque uno ya no vive el día a día en la primera fila del frente diario, o que quizá esa distancia emotiva haga que lo veas todo de otro modo mucho más pragmático y sobre todo alejado de filias y fobias. Sí, podemos decir que soy partidario de Peter Lim, o al menos no soy de los que piensa que es el demonio vestido de dueño del Valencia, que se parece pero no llega a ser lo mismo. Y cuando uno compara lo que ha visto en el último cuarto de siglo y lo que hay ahora, y recuerda muchas situaciones, tiene claro que el entorno ha perdido el norte en cuanto a la exigencia global y está tirando por la individual, llevando al extremo aquello del “qué hay de lo mío”, y obvia deliberadamente el interés general del club.

Escucho y leo términos como dictadura, señorito, sumisión, despidos, ansias de protagonismo, envidias, celos, y me pregunto si todo eso, en caso de que sea tal cual en el día a día del club, es nuevo y lo han traído desde Singapur. Porque me parece recordar que estas cosas existían, y en grados de vergüenza, en épocas pasadas y no tan lejanas en la historia del club. Vetar a leyendas es otro asunto que sale siempre a la palestra, y pienso en cómo salieron del club tipos como Baraja, con el silencio cómplice de todo el mundo, y me asombro. Ni le dejaron hacer las prácticas de entrenador en el Valencia en la escuela. No entiendo al entorno del club más allá del interés personal de cada uno o de cada colectivo, y eso es peligroso, porque la entidad está siempre por encima de todos, y eso se está olvidando.