La implicación de Ezequiel Garay en el Valencia

El central argentino es una pieza indispensable para Marcelino, y por supuesto, para todos sus compañeros dentro del campo

Toni Hernández | 30 ABR. 2019 | 07:00
Ezequiel Garay

Ezequiel Garay me ha sorprendido para muy bien de un tiempo a esta parte por su compromiso con el Valencia. Negar su calidad es ir contra todo tipo de lógica, porque la tiene, porque es uno de los mejores de la Liga, y en un momento determinado estuvo entre los mejores del mundo. Pero ciertos problemas de carácter y de regularidad le sacaron del Madrid y lo mandaron a Portugal y a Rusia. Sí, en grandes clubes, ganando mucho dinero, pero fuera del circuito de los grandes, donde están los futbolistas de talla mundial. Llegó con Leo Messi a la final de la Copa del Mundo de 2014 en Brasil, pero jugarla fue un milagro y Alemania les despertó del sueño. El Valencia lo rescató en 2016 a cambio de 20 millones de euros, Jorge Mendes mediante, y aunque insistimos que no se discute su calidad, esta operación fue puesta en entredicho.

Y el primer año dio más la razón a los que lo mirábamos con ojos inquisitorios que al resto. Lesiones, rendimiento discutible e irregular y ese aroma de poca implicación que generan siempre los años malos. Pero con la llegada de Marcelino todo cambió. El técnico asturiano, que ya lo tuvo en el Racing de Santander una década antes, le dio toda la confianza, le dijo al club que no lo vendiera, y él ha respondido como mejor sabe. Ahora su contrato va a ser renovado, y de forma más que justa, y nadie piensa en un once del equipo sin tener a Garay en él. Y eso, aunque sea la obligación de todo profesional, hay que destacarlo y valorarlo.