La figura de Jaume Doménech en el Valencia

Lo del Gato de Almenara ya empieza a dar para libro, porque debe hacer diez veces más que nadie para obtener la mitad de reconocimiento

Toni Hernández | 07 FEB. 2019 | 00:01
Jaume Domènech

La injusticia permanente en el mundo del fútbol es una máxima que tienen más años que andar, que nadie puede cambiar, y que es tan cambiante y permeable como hacer un buen o un mal partido. Si el Valencia llegada con opciones de poder clasificarse para las semifinales de la Copa del Rey después de perder la ida en Getafe por 1-0 era porque Jaume Domènech hizo 3 paradas antológicas a Ángel y el resultado “solo” fue ese. Pero en el segundo 37 del partido de vuelta, el equipo salió con una caraja de las que hacen época, y en un fallo en cadena impropio de este grupo, el Getafe conseguía marcar. Todos salían en la foto, que era muy fea, pero al apuntaban los dedos acusadores era a Jaume, por supuesto, que sí, estaba mal colocado, pero era uno más de los que había fallado.

Nadie está diciendo que no fallara en ese, ni si quiera yo, que puedo pasar por un defensor suyo a ultranza, pero como cualquier crítica, hay que tener una medida. Sus paradas dejaron vivo al equipo, y algún mano a mano en la segunda parte con el equipo volcado lo mismo, pero de eso no he oído decir nada. Si Marcelino es valiente y fiel a su palabra, que puede hacer lo que considere, faltaría más, será el portero del equipo en las semifinales de Copa, las terceras para él, y ojalá, por muchas cosas, colabore para poder llegar, por fin, a una gran final. Y aún así, se seguiría siendo injusto.