La final del Valencia contra el Eibar: menos glamour, más necesidad

Al equipo sólo le vale la victoria para seguir soñando con algo que ahora parece lejos pero que es el objetivo: la Champions League

Toni Hernández | 15 DIC. 2018 | 00:01
Eibar - Valencia

El Valencia juega una final en Eibar. Si, no tiene mucho glamour. Si, empieza a ser un discurso muy manido cuando ni si quiera ha terminado la primera vuelta de la Liga, pero es que si el equipo pierde en Ipurúa, incluso si empata, podríamos estar hablando de unas consecuencias muy delicadas, porque la figura de Marcelino garcía Toral está más cuestionada que nunca en estos momentos, y porque el objetivo real del club, volver a jugar la Champions League el año que viene, empezaría a estar a una distancia muy lejana de la realidad. Sobran pues los motivos para hablar de las trascendencia del choque, aunque (casi) nadie vaya a viajar a Eibar para apoyar al equipo.

No, no estoy recriminando nada a nadie, que el personal tiene la piel demasiado sensible para algunas cosas en los últimos tiempos. Digo que todos debemos ser conscientes de lo que hay en juego en el día de hoy. Tanto los jugadores como el propio Marcelino los primeros. Si los futbolistas quieren seguir trabajando con el técnico asturiano deben morir para ganar el encuentro. Si “Marie” quiere continuar en este proyecto que es suyo al fin y al cabo, no debe cometer errores. Si, una final, ni más ni menos, con mucha menos pompa que en el Bernabéu o en Mestalla contra el Sevilla, sin el foco de la Liga de Campeones, pero vital para el futuro de este barco que no tiene el rumbo fijo y está en medio de una tempestad que se parece y mucho a la tormenta perfecta.