El fichaje de Kangin Lee

El “fichaje“ de Kangin Lee por el Valencia, por el primer equipo del Valencia, es algo que se reclama cada vez que el joven jugador coreano disputa un encuentro con los mayores. Tenemos esa necesidad imperiosa de acelerar los procesos, de tener que correr, de no dejar que las cosas maduren, que tengan su poso, que vivan sus fases, disfrutando sufriendo y aprendiendo de cada una de ellas. Las prisas son malas, y en el fútbol, como en cualquier ámbito de la vida, lo mismo. Lee es un chico que tiene toda la pinta de convertirse en un gran jugador, porque es diferente, es distinto, tiene cosas que los demás no poseen, pero además de todo eso tiene una edad que invita a que todos nos tomemos una tila, que veamos al chico crecer con calma, y todos aquellos que quieren disfrutar de su evolución de su juego, que vayan cada 15 días a la Ciudad Deportiva de Paterna, porque es en ese lugar donde debe estar este curso.

¿Que tenga oportunidades con el primer equipo en partido oficial? Lo normal es que tenga pocas o ninguna, eso es así, porque los puestos están doblados en todas las demarcaciones, y a él le tapan una buena cantidad de jugadores que deben también tener sus minutos porque tienen que estar rodados. Ir contra eso, forzar el “fichaje” con los mayores, apretar para que esté por encima de todo, puede ser pan para hoy y hambre para mañana, puede suponer cargarse el futuro de un talento innato para jugar a esto, y un lujo que el Valencia no se puede ni se debe permitir. Que siga creciendo, que siga mejorando, que se siga equivocando, porque con todo eso, en el medio plazo se puede tener un pedazo de futbolista como la copa de un pino, que al final es lo único importante.