Conclusiones de una derrota muy dura ante el Real Madrid

La afición se marchó disgustada por el varapalo y la actuación arbitral. Pero al margen de ello el partido de ayer también ofreció otras lecturas que analizamos

Jose Hernández | 28 ENE. 2018 | 08:01

Partido muy extraño el vivido en Mestalla ayer, el marcador no reflejó para nada lo visto en el terreno de juego y el equipo de Marcelino se llevó un castigo demasiado severo. El Valencia fue superior al Real Madrid durante casi 80 minutos y el arbitraje le perjudicó de forma muy grave, la lucha de los locales no faltó pero también existieron errores que penalizaron en exceso.

El Valencia intentó hacerse con la manija del encuentro pero regaló una contra imperdonable que terminó convirtiéndose en el primer penalti. Ante un equipo como el Real Madrid no se pueden conceder este tipo de concesiones. Tampoco se estuvo bien de cara a puerta, al margen de la jugada del gol de Santi Mina, se fallaron demasiadas ocasiones claras que hubieran cambiado el signo del encuentro. Pese a todo, el equipo mejoró en la segunda parte y tiró de arrojo para volver a entrar en el encuentro. Guedes tendrá que ser observado para ver el alcance de la lesión, Carlos Soler le sustituyó. Precisamente la actuación de Soler sorprendió por su buen nivel físico, el valenciano aportó llegada y el equipo combinó mejor cerca del área.

Lamentablemente la remontada no pudo ser completa y el Valencia acusó su falta de pegada en los últimos diez minutos, Marcelo fabricó una jugada espectacular que se convirtió en el tercer gol, una losa insalvable para el conjunto de Marcelino. Ahora ya es momento de pensar en la Copa del Rey e intentar olvidar un resultado que puede considerarse como un mazazo.