Un fin de año muy diferente para el Valencia CF
Hace justo un año el valencianismo amanecía con la expectación por conocer las reacciones de Prandelli a su marcha. Fue un momento de inflexión
El 31 de diciembre de 2017 fue una jornada extraña para el Valencia CF, el club vivía uno de los peores momentos de su historia y la bomba había saltado con la dimisión de Cesare Prandelli como entrenador. Fue un auténtico bombazo pero se trataba de una noticia que muchos esperaban ya que hacía semanas que el italiano había desconectado, los medios de comunicación de la ciudad se congregaron para escuchar las palabras del técnico, pero la comparecencia supo a poco ya que el transalpino no aceptó preguntas.
Prandelli protagonizó la gran huida. El italiano trató de salir con clase pero a la postre se demostró que no tuvo la valentía suficiente para afrontar los problemas, no obstante también dijo algunas verdades que ponían el dedo en la llaga. Prandelli insistió en que dentro del club no se trabajaba de forma profesional, las intenciones eran buenas pero los encargados de tomar decisiones no eran gente de fútbol. Adornó sus palabras vendiendo un discurso victimista y afirmando que había sido engañado. Fue su forma de excusarse ante los penosos resultados deportivos obtenidos desde su llegada.
El tiempo ha colocado a Prandelli en el disparadero, pero también es justo reconocer que al italiano le tocó trabajar en un periodo negro. Tras su salida, Suso García Pitarch abandonó la entidad y poco tiempo después se anunció la llegada de Mateo Alemany. Un nuevo Valencia nacía y quedaban atrás dos años en los que casi todas las decisiones fueron nefastas. El fin de año de 2017 será siempre recordado como el día del adiós de Cesare Prandelli.