El año de las remontadas entre el Espanyol y el Valencia

En 1967-68 los duelos entre el Espanyol y el Valencia pasaron a la historia, en particular el partido de Sarrià Los visitantes remontaron tres goles y ganaron 4-5

Jose Hernández | 15 NOV. 2017 | 19:51

RCD Espanyol y Valencia CF volverán a enfrentarse el próximo domingo, difícilmente podrán repetirse dos encuentros entre ambos como los que se disputaron en la temporada 1967-68. En el primero de ellos el Valencia logró ganar el partido tras levantar un 4-1 adverso, pero para sorpresa de todos, el conjunto perico también haría historia en Mestalla meses más tarde con otra remontada épica.

El desaparecido estadio de Sarrià forma parte de la historia del fútbol español y mundial. Allí se apagó la magia de la mítica Brasil de 1982, con un Paolo Rossi que hizo de verdugo y escribió una de las páginas más brillantes de la ahora desgraciada selección italiana. En los noventa Sarrià se despidió con un partido entre el Valencia y el Espanyol, y treinta años antes, el campo barcelones vivió un duelo para el recuerdo que forma parte de la épica valencianista. El equipo dirigido entonces por Mundo, fue capaz de remontar tres goles en contra y ganó el partido. Tan solo repitió aquel hito en una ocasión, también en la Ciudad Condal y ante el eterno rival del Espanyol, el 3-4 al Barça de 1998.


Primer gol del Valencia, Ansola

'Pericos' y valencianos se vieron las caras cuatro veces en 1967-68. El conjunto de Mestalla comenzó la temporada muy solvente en casa pero ineficaz a domicilio. El Valencia participaba en la Recopa de Europa por primera vez gracias a su victoria en la Copa del Generalisimo de la campaña anterior, pero hasta la jornada 12 fue incapaz de marcar un gol fuera de su estadio en la liga. Pocos entendían aquella sequía de los Waldo, Ansola o Claramunt. En Sarrià el equipo se desató

UN PARTIDO INOLVIDABLE EN SARRIÀ

El 10 de diciembre de 1967, Valencia y Espanyol midieron sus fuerzas y lo hicieron sin demasiada atención mediática. El país estaba pendiente del duelo que Real Madrid y Barcelona disputarían pocas horas más tarde, aunque para sorpresa de todos los presentes el acontecimiento histórico acontecería en Sarrià. Rodilla y José María pusieron en ventaja a los locales pero Ansola volvió a meter a los de Mundo en el encuentro. Poco duró la alegría en las filas valencianistas ya que en el minuto 39 los blanquiazules ya ganaban 4-1, bochornoso marcador para los blancos y con el que se llegó al descanso. Todo jugaba en contra del Valencia, que incluso tuvo que hacer frente a un percance más: Tatono y Roberto Gil sufrieron duros golpes durante el juego.

En el segundo tiempo al Valencia se le encendió la luz al tiempo que los discípulos de Jeno Kalmar (entrenador españolista) se perdían entre protestas al colegiado Gardeazábal. Ansola y Waldo pusieron el marcador en 4-3, y cinco minutos más tarde, en el 70 de partido, Paquito empataba de cabeza. El encuentro se había vuelto loco aunque para los de Mundo rescatar un punto ya parecía un buen botín. En el minuto 85 el árbitro señaló una falta muy cerca del área del Espanyol, los locales no formaron barrera y Waldo no se lo pensó. El brasileño era un auténtico maestro en este tipo de lanzamientos y nuevamente lo volvió a demostrar con una de sus clásicas y potentes parábolas. El partido finalizó con un increíble 4-5.

LA VENGANZA DEL ESPANYOL

​En la jornada 27 el Espanyol devolvió visita al Valencia. Se trataba de un encuentro con poca trascendencia para la clasificación y en el que una de las atracciones era el debut en Mestalla del exlevantinista Blayet. No obstante, había ganas de fútbol y en las filas blanquiazules ambición por resarcirse del capítulo vivido en Sarrià meses antes. El Espanyol se tomó venganza y provocó que el público de Mestalla terminara abroncando a sus jugadores y lanzando infinidad de almohadillas y naranjas al terreno de juego. Y es que el conjunto catalán firmó la remontada más rápida que un equipo visitante ha realizado en el campo del Valencia en toda la historia de la liga.


Gol del empate del Espanyol, Rodilla

Guillot marcó dos goles y puso un cómodo 2-0 en el marcador, tanteo con el que se llegó al minuto 80 de partido. Nadie podía pensar en ese momento que el equipo de Mundo se marcharía esa tarde sin puntos y recibiendo una rápida humillación. Nueve minutos le bastaron a los pericos para marcar tres goles y llevarse la victoria. Bergara anotó en el 80 y Rodilla empató el encuentro dos minutos más tarde. Pero lo peor para el Valencia estaba por llegar ya que a un minuto del final del tiempo reglamentario, el paraguayo Cayetano Ré conectó un espléndido cabezazo que se coló en la portería de Abelardo. Los jugadores españolistas habían hecho realidad sus deseos de venganza y el autor del gol celebró la gesta con una espectacular voltereta. Aquella tarde el valencianismo sufrió un trago muy indigesto. Valencia y Espanyol volverían a enfrentarse un mes más tarde en la copa, se clasificó el equipo de Mundo. Ambos equipos nunca vivieron duelos tan intensos, espectaculares y singulares como los que jugaron en 1967-68.